-No creo estar embarazada.
-Pero si lo estuvieses… ¿Sería mío?- Me miró expectante.
-Liam…- Me callé- Sí, sí sería tuyo- Miré al piso.
-¿De verdad?- Sonrió.
-Sí pero Harry no se puede enterar de esto- Saqué su mano de mi estómago.
-Tendrá que saberlo tarde o temprano.
-No supongamos cosas que todavía no son.
-Cambios de humor- Asintió- Otro síntoma.
-Liam cállate.
-No te enojes- Tomó mi mano- Estamos juntos en esto.
-Gracias- Besé su mejilla- Quiero irme a mi casa.
-¿Quieres que te vaya a dejar?- Asentí- Vamos.
Extendió su mano en el aire, la tomé y con nuestros dedos entrelazados avanzamos hacia la salida.
-Necesito que mañana te levantes temprano- Apretó mi mano rumbo a la escalera.
-¿Para qué?
-Quiero saber lo antes posible si es un sí o un no.
-Sea lo que sea…
-Sea lo que sea estaré ahí para ti- Besó mi frente.
-¿Ya se aburrieron allá arriba?- Aquella voz conocida arruinó el momento.
Sus ojos se apartaron de la televisión y me observaron sigilosamente, por más que quisiera ocultarlo, le era inútil, los celos lo carcomían.
-Me voy- Solté la mano del castaño.
-¿Te hizo algo?- Perezosamente se paró del sofá.
-No.
-¿Entonces por qué te vas?- Acarició mi cabello.
-Estoy cansada y necesito dormir.
-Okey- Besó mi frente al igual que el Liam.
-¿Vamos?- Preguntó el castaño ya en la puerta.
-Enseguida- Direccioné mi vista a Harry- Adiós rizadito- Posé mis labios en su mejilla.
-Adiós linda- Intentó besarme. Una mano en su pecho lo detuvo.
-Nos vemos el miércoles- Saqué mi mano, besé nuevamente su mejilla y roté camino a Liam.
-Qué bien que lo detuviste- Cerró la puerta a su espalda- Estaba a punto de hacerlo yo y créeme que no hubiese sido tan agradable como lo hiciste tú.
-¿Te gusta la pelea, no?- Carcajeé.
-No, solo defiendo lo que me pertenece.
-Yo no te pertenezco Liam.
-No aun- Sonrió con orgullo.
-Veo que estás muy confiado.
-No es confianza, es fe linda. Hay veces en las que llegas a desear tanto una cosa que esta termina volviéndose realidad.
-Tú lo dijiste Liam… cosas. Yo soy una cosa.
-La fe no tienes barreras, puedes creer en lo que quieras y te aseguro que se cumplirá- Sujetó mi mano.
-Eres tan lindo- Apoyé mi cabeza en su hombro- Es tan adorable eso de que creas tanto en la fe.
-Creer- Murmuró- Eso es lo único que te queda cuando no tienes ninguna otra opción.