Open arms [EN EDICIÓN]

Capítulo 1 "El último tren"

Ciudad Carmín lucía muy lluviosa y violenta aquella madrugada. Las copas de los árboles de bayas eran azotados por el inclemente viento, llevándose con él los pétalos de las más débiles flores esparcidas por los caminos. Las luces del alumbrado público titilaban frágilmente. La luz se había cortado un par de veces durante la noche y no habría lugar a dudas que aquello volviera a ocurrir pronto. Los Pokémon salvajes se resguardaban como podían del viento y el frío que amenazaba con destruir sus nidos y mandarlos a volar a cualquier parte. Sin lugar a dudas, aquella noche era una bastante aterradora y triste.

Por una de las veredas de la calle principal, una peli azul, acompañada por una peli miel y un azabache, intentaba caminar de forma rápida hacia la estación de trenes que quedaba cruzando el centro de la ciudad. Sabía que huir en tren no sería para nada cómodo, pero no tenía otra opción: Los ferry hacia cualquier parte no estaban realizando su recorrido habitual por la tormenta que los estaba golpeando fuertemente.

Los pasos de los tres jóvenes retumbaban con fuerza en el pavimento mojado y las ruedas de la gran maleta rosada que arrastraba el único hombre del grupo no se quedaban atrás. La peli azul intentaba, en vano, de apaciguar las lágrimas que surcaban su rostro, mezclándose con las gotas de lluvia. La peli miel intentaba darle algo de calor a sus manos congeladas y el chico, simplemente, se limitaba a seguir a sus dos amigas, mientras esquivaba los charcos que se habían originado por la lluvia.

― Solo un poco más y habremos llegado a la estación ― Dijo Ash, sacando a Dawn y Serena de sus pensamientos.

― Claro ― Dijeron ambas chicas al unísono.

Llevaban alrededor de dos horas caminando, ya que la casa en la que se estaban quedando junto a sus demás amigos quedaba bastante lejos. Serena veía atenta el semblante triste de su amiga. La había conocido algunos años después de terminar su viaje junto a Ash por la región Kalos. Todos los amigos del azabache se habían reunido en Pueblo Paleta para festejar los 18 años que cumplía. Recordaba ese día como uno realmente feliz, ya que nadie lloraba como en ese momento. Las negras lágrimas de Dawn habían dejado verdaderos surcos en sus sonrojadas mejillas y parecían no querer detenerse. La peli azul llevaba llorando tristemente alrededor de un día.

Los tres siguieron caminando bajo la lluvia hasta doblar una esquina y encontrarse con la flamante estación de trenes de ciudad Carmín. Algunas personas merodeaban el lugar y así matar el tiempo. El tren con destino a la región Hoenn que la gran mayoría de las personas esperaba salía exactamente a las 6 de la mañana. Solo faltaban 10 minutos para aquello.

― Dawn ¿Estás segura de esto? ― Terció Serena tristemente a su amiga peli azul.

― Piénsalo bien amiga ― Dijo Ash ― Tal vez las cosas si tengan solución después de todo.

― No creo que esto tenga solución ― Afirmó la ex coordinadora ― Lo mejor que puedo hacer es irme donde nadie me encuentre.

Esa era la razón por la cual los tres jóvenes se habían aventurado hacia la estación de trenes en una madrugada lluviosa: Dawn estaba escapando de ciudad Carmín. Ash fue hacia un pequeño quiosco que vendía café y bocadillos para los viajeros, mientras la peli miel abrazaba a su amiga quien no tardó muchos segundos en llorar desconsoladamente como el día anterior.

― ¿Qué harás cuando llegues a ciudad Petalburgo? ― Preguntó Serena.

― Tomaré un avión hacia ciudad Striaton. Supongo que me seguirás en cuanto llegue allá ¿No?

― Claro. Muy pronto el semestre de gastronomía en la universidad comenzará y tal vez de esa forma, pueda convertirme por fin en la Reina de Kalos.