Capítulo 13 "Ojos que no ven"

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El beso continuó por varios minutos, hasta que tuvieron que separarse por la falta de aire. Al hacer aquello, se miraron con una radiante sonrisa. Dawn no sabía por qué no podía dejar de mirar aquellos ojos verdes. Solo sabía que le fascinaban. Por su parte, Cilan acariciaba las mejillas de la chica, mientras le secaba las lágrimas. Sus labios volvieron a unirse en un beso corto, pero cargado de amor. En el escenario principal, la obra estaba finalizando y el grupo de artistas se estaba preparando para su presentación.

―Cilan, yo... ―susurró Dawn, mientras una sonrisa invadía su rostro por completo.

―No digas nada. Déjame hablarte, por favor ―susurró él aún más bajo―. Te amo tanto Dawn, no sabes cuánto.

―Yo también ―admitió avergonzada―. Gracias por devolverme mi sonrisa. Y Burgundy...

―Burgundy nada. Ella malinterpreta las cosas y si a eso le sumamos su inmadurez, te darás cuenta que se ajusta a su personalidad. No quiero compartir mi vida con ella, porque eso lo quiero hacer contigo.

―Pero, ¿Y Paul? Necesito decirte la verdad y...

―Y yo necesito decirte la verdad sobre Iris. Ahora ven.

No volvieron a hablar, porque sus labios no se los permitieron. Se habían vuelto a besar, pero esta vez, parecían saborearse hasta lo más profundo.

Mientras eso sucedía con ellos, en el escenario, Serena y sus compañeras artistas estaban en posición para comenzar con su show. Las cuatro chicas lucían el mismo vestuario, pero sus peinados eran diferentes. Cuando la música comenzó a sonar, las jóvenes empezaron a bailar junto a sus Pokémon. Todas las miradas estaban puestas sobre Serena, ya que era ella la que había llegado a la final de la Clase Maestra en Kalos. Sus movimientos eran perfectos y se acomodaban a los de sus Pokémon. El Viento de Hada de Sylveon se unió a la Llamarada de Braixen formando una gran estrella al rojo vivo que se difuminó en pequeños destellos rosados. El público estaba hipnotizado con la presentación. Melissa Striaton observaba aquello sintiéndose feliz, y Ash, sentado en primera fila, no dejaba de gritar el nombre de su casi novia. Aquella, sin lugar a dudas, estaba siendo una de las mejores presentaciones que la peli miel había hecho hasta entonces.

En la carpa, Cilan y Dawn se encontraban abrazados, sintiendo sus latidos y su agitada respiración. El peliverde no quería soltarla, pero sabía que tenía que hacerlo: La presentación de la peli azul era la siguiente.

―Te estaré apoyando ―dijo Cilan, mientras acomodaba algunos mechones rebeldes de la chica.

―Necesitaré tu apoyo. Ha pasado bastante tiempo desde mi última presentación ―habló, aspirando el embriagante aroma del chico.

―Sé que lo harás perfecto. Todo de ti es perfecto.

Entonces escucharon como el público en las afueras aplaudía fuertemente. Aquello indicaba que la presentación de las artistas había terminado con gran éxito. Los jóvenes volvieron a besarse con pasión como, si de esa forma, la peli azul asegurara su suerte. Al separarse de él, retrocedió algunos pasos sin dejar de observarlo, y sonriendo a todo lo que su rostro daba, salió de allí con dirección al escenario.

―Ahora presentaremos nuestro último espectáculo. Ella es oriunda de la región Sinnoh ―dijo el presentador, mientras el público le ponía atención―. Hija de coordinadora, quiso seguir el camino de su madre, lográndolo con gran éxito. En su primer Gran Festival terminó como subcampeona, asegurando así su éxito y fama. ¡Recibamos con un fuerte aplauso a la coordinadora Dawn!

En el centro del escenario apareció la chica de espaldas, sosteniendo dos pokebolas en su mano derecha. A medida que la música inició, su brazo fue subiendo hasta que en un movimiento rápido soltó las pokebolas y de estas salieron Piplup y Togekiss, envueltos en miles de burbujas celestes y blancas. La belleza de esos sellos siempre había maravillado a la peli azul, por lo que no dudó en usarlos nuevamente.

Open arms [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora