Olvidar el dolor.

168 19 7
                                    


Mis padres no habían llegado a casa y Joseph se había marchado en cuanto pudo sin siquiera avisar nada… Me sentí abandonado en el momento en que desperté.

Estaba solo. Sin nadie a quién preguntarle a dónde habían ido los demás, sin siquiera saber a qué hora regresarían, o quizás… cuándo, probablemente esa fuese la pregunta más adecuada para esta situación.

No podía ir en busca de Nath, tampoco podía ir a donde Armin y mucho menos sabía en dónde podía encontrar a Toru. Apenas era sábado, ¿tendría que esperar hasta el lunes para verlos a todos? Y cuando los viese… ¿la soledad desaparecería?

—Menudo asco… —susurre para mí mismo.

Me sentía de la patada; triste, sólo, abandonado y… confundió. ¿En serio? ¿En serio tan sólo sentía curiosidad por Josehp? ¿No era ya bastante obvio que me gustaba? Que incluso ¿pudiese estar enamorado? Era lógico. Ya no tenía porque tratar de ocultarlo de mi mismo.

Suspire.

—Maldito Joseph… ¿porqué eres tan encantador? —mis ojos comenzaban a arder.

Tomé aire lo más profundo que pude y contuve las lágrimas, ni siquiera me sentía con las fuerzas para llorar, había llorado tanto con Joseph que sinceramente me sentía agotado y probablemente también me había quedado sin lágrimas que pudiesen salir de mi interior.

Habían pasado varias horas que me habían parecido eternas. No tenía nada que hacer y nadie con quien estar, comenzaba a darme cuenta de que estar solo en realidad era agotador, frustrante y sobretodo muy triste, incluso me sentía aburrido, en verdad no tenía nada que hacer, normalmente los fines de semana estaba con Armin y mucho antes de que todo esto ocurriese era un día en donde salía con los tres… mi mamá, mi papá y Nath. Pensar en eso era agotador…

Se escucharon unos agitados pasos subir hasta mi habitación y sinceramente comenzaba a sentirme alegre, al parecer alguno de mis padres había llegado.

Mi puerta se abrió de golpe y me mostró una acelerada y desastrosa persona caminando hacia mí.

—¿Todo este tiempo lo has sabido? —Armin estaba molesto.

—¿Qué te ha pasado? —arqueé las cejas.

—¡Deja de hacerte el idiota! —estaba muy molesto…

Le miré incrédulo.
No tenía ni la menor idea de lo que Armin me estaba gritando.

—Primero me puedes decir, ¿porqué te ves tan mal?

—¡Por tu maldita culpa!

—¡¿Ahora qué demonios hice?!

—En serio, Bastian, deja de hacerte el idiota —me miró molesto—, habló de Joseph, tú lo sabías todo y ¿nunca pudiste detener a Nath? ¿Si quiera lo intentaste?

¡Era increíble! ¡Yo había salvado a Joseph! ¿Él malo se supone que era yo? ¿En qué momento me había convertido en el maldito antagonista?
Apreté los puños de mis manos.

—¿Me estás queriendo decir qué tú sí lo sabías todo y nunca hiciste nada?

Armin tragó saliva.

—¡Maldita sea! Él malo aquí no soy yo —me acerqué a Armin despacio— ¡Lo sabías todo! ¿Porqué nunca me lo dijiste?

Él moreno permaneció callado. En cambio yo me heche a reír irónicamente.

—No te creó nada —su voz había sonado muy brusca—, sólo tratas de proteger a Nath, como siempre lo haces.

—¿En serio? —me agarré la cabeza con ambas manos — Y si me conoces tan bien ¿porqué no sabes que te estoy diciendo la verdad?

Fría Perfección. (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora