La suciedad de las personas.

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Después de no saber nada de absolutamente nadie, debido a que no había salido de mi cama en ningún momento, me llegó el único mensaje de alguien preguntando por mí; Toru, al parecer era el único interesado en saber porque llevaba días ausentándome en el instituto. Más precisamente el mensaje decía que necesitaba verme en cuanto antes. Lo ignoré. Realmente no estaba interesado en nada. Mis padres no habían vuelto a aparecer por la casa desde aquel día y Joseph se había marchado, así como sólo él sabía hacerlo, sin que yo me diese cuenta, simplemente desaparecía. Ahora comenzaba a entender esa frase de “se lo trago la tierra” y en realidad me parecía muy triste. Yo, yo mismo me parecía triste. Comenzaba a suponer que entendía un poquito mejor a lo que Joseph se refería, la soledad era una cosa horrible, no había estado más de una semana solo y ya me sentía completamente derrotado, mis ojos estaban hinchados de tanto llorar, me sentía cansado y con unas tremendas ganas de volver a ver a Joseph, pero sabía muy bien que él sólo aparecería ante mí cuando él quisiera. Era injusto, Joseph era injusto, toda mi vida era injusta…
Intente dormir una vez más, pero el sonido de mi celular anunciando una llamada no me lo permitió. Era Armin. ¡Perfecto! Estaba casi seguro de que me reclamaría por algo referente al ojiazul.

— ¿Ahora qué hice? — respondí de mal humor.

— Si quieres saber todo lo que tu hermano y Joseph tienen, tienes que ir a la choza, después de la media noche. —estaba molesto, podía saberlo por el tono de voz que utilizaba, este no era el Armin juguetón que yo conocía.

— ¿Qué pasa si voy antes? —mi voz inocente lo molestó.

— No descubrirás el gran secreto.

Colgó.

Esperar a que sea media noche… 7 horas, tan sólo tendría que esperar 7 horas.

Volver a ver el mensaje de Toru en mi celular me había hecho recordar la especie de promesa que él y yo nos habíamos hecho cuando éramos pequeños. Cuando algo fuera realmente mal, pintaríamos nuestros cabellos, para olvidar el amargo rato que habíamos pasado y seríamos otras personas.  Este era el gran momento.

Toru ya había pintado su cabello de otro color, ¿qué clase de situación pudo haber tenido? ¿sus padres se habrían separado como los míos? ¿tendría un hermano zafado como yo? Si claro, ya podía imaginarme a su hermano golpeando personas a lo imbécil… había que tener mala suerte para que la vida te diese un hermano como Nath. Estúpido Nath, ¿cómo se atrevía a ser así con Joseph? De sólo pensarlo moría de coraje.

Luego de pasar a la estética para cumplir mi objetivo, vagué por los rededores de la choza asegurándome que nadie conocido pudiera verme. Seguía sintiéndome de la patada, pero tenía una especie de presentimiento que me hacía alejar mis pensamientos de lo que me había estado agobiando y la verdad es que tenía miedo por lo que pudiese encontrar en la choza a partir de las 12, si bien sabía que Nath, estaba metido en negocios raros, no entendía el por qué Joseph se frecuentaba con él, es decir, lo más lógico era que él estuviese metido en cosas raras con Nath, pero ¿por qué Nath lo maltrataba tanto? Era como si el ojiazul fuese el juguete de Nath, siempre que mi hermano le pegaba él no hacía absolutamente nada, sólo se quedaba esperando a que Nath le diese su “merecido”

12:05. Era la tan esperada hora de la verdad. Me encontraba jodidamente nervioso, tenía náuseas y mis manos desprendían un sudor frío.
Caminé lentamente hacía la choza. El oscuro y solo camino me decía que éramos como gemelos, estábamos solos y nuestro alrededor era oscuro, iba perfecto con lo que yo creía que venía a continuación; oscuro.
Una vez que estuve en frente de la choza comencé a sentir un ambiente enrarecido.
Y bien podía jurar que el viento me pedía a gritos que no cruzará aquella puerta de madera, porque si lo hacía sería mi fin.  Tragué saliva con fuerza, decidido a cruzar la puerta, a ignorar lo que el viento pedía desesperadamente, cuando de pronto sentí una mano en mi hombro y aquella voz ausenté de felicidad me detuvo.

Fría Perfección. (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora