Narrador Omnisciente.
Un joven rubio observaba la reciente escena, estaba desconcertado y su cuerpo no se inmutaba.
¿Acaso su amigo le mintió?La abandonó, sin importar la promesa, él la dejó sola.
En sus pensamientos estaba la pregunta; ¿por qué? No encontraba una respuesta que acertara el porqué de la repentina decisión de su amiga, si es que no estaba todo planeado desde un principio.Buscó desesperadamente con su mirada con la esperanza de que su "camarada" no se haya marchado.
Lo cierto es que, él se había ido.
Corrió hasta llegar al cadáver que al parecer yacía sin vida, su piel de un tenue pálido amarillento y sus labios morados. Tenía la cabeza cubierta de sangre y los ojos levemente cerrados.
Se sintió traicionado, la dejó en manos de alguien en quien confiaba. Le dijo que la protegiera con la vida, sin embargo costó la vida de ella.
Estaba lloviendo, como era de esperarse y las lágrimas se confundían con las gotas de lluvia. No podía evitar sentirse culpable, tantas noches en las que ella habrá sufrido en silencio.
Protegió la vida de los demás, se preocupó por sentimientos ajenos, sin embargo nadie hizo lo mismo por ella, siquiera él y eso sería algo que lo marcaría para siempre.Mantenía el cuerpo de la joven en sus brazos, mientras que sus lágrimas resbalaban por sus mejillas hasta caer sobre el rostro de ella y las limpiaba con su pulgar. Le depositaba pequeños besos en su frente, creyendo que así la podría curar. Se sacó su campera y con eso limpiaba la sangre restante que la lluvia olvidaba limpiar.
La observaba, era linda. Tenía un fino rostro.
A medida que pasaban los minutos la lluvia era más intensa, el cielo se tornaba de un negro azulado repleto de nubes y nadie rondaba por la calle, nadie más que él y un cadáver.
Le acariciaba su mejilla y el torso, mientras jugaba con su cabello azul recientemente teñido. No pudo evitar sonreír con el recuerdo de ella posicionada frente a él para protegerlo. No le gustaba ver que se mojara, así que la cargó hasta debajo de un techo con la excusa de que se enfermería.Una oportunidad más, sólo eso.
Su rostro neutral, aunque él la miraba sonriente esperando a que se despertara.
Le repetía una y otra vez que ya era hora de despertar o sino a la noche no tendría sueño, pero ella no le hacía caso. Él se sentía ignorado, preguntándose porqué estaba enojada y no le respondía.Sus recuerdos vagaban por su mente.
Le permitió dormir un rato más pero con la condición de que despertara antes de la cena. Observó un rato más la lluvia pero cada vez tenía más sueño.
-Aún estás aquí. -Se repetía constantemente hasta dormirse profundamente bajo un techo, en una noche fría y una chica muerta en sus brazos.
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Somebody. || Akatsuki Y Tú || ©
FanfictionNo hacía falta un final. Hacía falta ser, alguien.