Sensación.

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Narrador Omnisciente.

Por unos segundos él contempló su rostro, sin embargo el sentimiento de rencor nació en él.
Su mirada cálida, comprensiva, se tornó a una llena de ira. Tenía sus pupilas dilatadas, con el ceño fruncido y sus labios rosa oscuro de tanto morderlos. Ella lo miró petrificada, no sabía cómo reaccionar ante el repentino comportamiento del joven de cabello rubio.
Durante unos minutos dudó en preguntarle qué le sucedía, pero luego se arrepintió.

Aún así, sin saber el porqué él estaba enojado igual se sintió culpable. Retrocedió un poco para poder evadir su mirada y sin importarle que tan débil se sentía, se levantó como pudo en busca de paz.
Pensó en que tal vez estaría molesto por la terrible decisión que le costó la vida, sin embargo no encontraba una explicación lógica, ya que lo hizo por el bien de él y los demás. Por un instante quiso volver a la sala de estar y exigirle una respuesta razonable, pero sabía que eso seguramente le traería inconvenientes. Tenía dos opciones; pedirle una explicación del porqué su repentino enojo o ignorarlo y hacer como si nada pasó, obviamente eligió la segunda, no quería tener problemas con las condiciones en las que estaba.

Tiritaba del frío, pero se repetía constantemente en que no debía entrar si no quería discutir. Así que en plena noche de invierno, se encontraba en la terraza añorando que todo fuese un sueño.
Sus mejillas estaban sonrojadas por el viento frío y su pelo totalmente alborotado. Se rió de sí misma, prometió que dejaría de ser cobarde pero al fin y al cabo aún no lograba ahuyentar sus emociones.

Estaba débil, o por lo menos así se sentía. Inconscientemente murmuraba "ayuda". Se decepcionó por no poder avanzar, pero luego se dió cuenta que apenas comenzaba su segunda oportunidad, o tal vez la quinta. No sabe en qué momento sucedió, hasta que sus mejillas sintieron la brisa más fría y es que éstas estaban empapadas por lágrimas.

-Tal vez no hoy, ni mañana... Pero algún día todo estará bien. -Acarició su largo cabello teñido y sonrió. Hasta hace menos de un año era corto y verde como tallos de primavera.

Pensó un poco y se dió cuenta que siempre relacionaba todo con las estaciones del año. Sólo que distorsionaba el significado para muchos, para ella el verano era melancolía y el invierno alegría.
Observó sus uñas y una mueca de horror invadió su rostro, ¿en qué momento las descuidó?
Su cabello azul se tornó violeta con el paso del tiempo, y lo odió, ya sea por el simple hecho de ser del color de las uvas. Cuestionó su belleza y se sintió inferior a muchas chicas de su edad. Sonrió. Que cosas tan patéticas vagaban por su mente.

El viento cesó un poco y el frío ya no era tan insoportable, el cielo se nubló y pequeñas gotas caían de arriba. El pequeño techo lograba cubrirla completamente, pero sus ansias de que el agua haga tacto con su piel fue más fuerte, así que sacó una mano mientras cada pequeña gota de lluvia chocaba contra su palma.
Extrañaba esa sensación.

Somebody. || Akatsuki Y Tú || ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora