-Mejor camina, Hiko. No me pasaré el día esperándote. -La joven sacudió su destacado pelo verde en gesto de desesperación debido a su compañero.
-¿Sabes? A veces siento que en algún momento tus ansias de matarme saldrán a la luz.
Hiko, un chico de 19 años con su auténtico pelo verde demostraba ser un sobreviviente más de su clan, fiel compañero de _____. Ambos tenían el mismo objetivo, y no habían entrenado por nada.
-Escúchame, deja de ser tan insoportable por este día y juro no matarte, necesitamos encontrarlos pronto. -Su rostro era neutral, sus grandes ojos verdes irradiaban rencor puro y una frialdad inigualable. Cualquier persona que la rodease podría sentir su aura negra, incomparable.
-Sé cuanta importancia tiene esto, recuerda que yo también fui una víctima más de ese entonces. -Dijo el peliverde, intentando imitar la sombría mirada de su compañera.
Sin embargo, ella sólo ignoró al chico y siguió con su camino, sin importarle si él la seguía o no, estaba más que claro que cumpliría su "misión" sea como sea.
Al cabo de unos pasos, el joven se colocó tras ella, siguiendo sus pasos. Ambos emprendieron viaje hacia un pueblo muy lejano de su Aldea. Mañanas, días, tardes, noches y madrugadas sin dormir, sabían que allá los estaban esperando y no rechazarían a dos miembros de un clan increíblemente fuerte y con habilidades únicas, capaces de enfrentar cualquier cosa sin temor alguno. El clan Abad, capaz de destrozar a las cinco grandes potencias y sin embargo prefirieron ser masacrados antes de comenzar una cuarta gran guerra ninja sin fin.
El viaje fue silencioso, ninguno se atrevió a formular ni una sola palabra, poco a poco se iban acercando a su destino.
*
-¡Reunión ahora mismo! -Gritó el jefe de la organización. Todos los miembros se hicieron presentes en un abrir y cerrar de ojos. -Escuchenme, los nuevos miembros se están aproximando, Zetsu, quiero que vigiles la frontera y que no haya ningún movimiento sospechoso. Itachi, tú manda a tus cuervos con el sharingan a vigilar a los próximos miembros, Deidara, tú ve junto a Konan a la vigilancia aérea. Los demás, se quedan vigilando a los alrededores. -Ninguno articuló ni una sola palabra, salieron inmediatamente a cumplir las órdenes de su jefe.
*
-¿Cómo crees que nos recibirán? -Preguntó con un cierto aire de frustración.
-No lo sé, Hiko. No voy para socializar o caerles bien a Akatsuki, sólo voy para cumplir mi objetivo. -Sentenció ella, con su tono indiferente.
-Más bien, nuestro objetivo. -Corrigió sonriéndole a la bella joven que iba a su par.
En las siguientes cuatro horas, se encontraban frente a una enorme roca muy particular, ya que tenía sellos por todos lados.
-Debe ser aquí. -Se acercó lentamente y puso dos dedos frente a su nariz y todos los sellos se desactivaron. -Bien, vamos Hiko. -El joven sólo se dedicó a obedecer a _____.
Ambos entraron, encontrándose con todos los integrantes de Akatsuki reunidos. El ambiente era húmedo, frío, tenso, cualquier otro shinobi que quisiera entrar en aquel lugar seguro se espantaría, pero ese no era el caso de los chicos del clan "verde".
-Bienvenidos. A partir de ahora usarán esto. -Una chica peliazul y ojos anaranjados se acercó hacia ellos con unas capas negras las cuales tenían como detalle nubes rojas. -Aquí todos tienen un objetivo en particular y somos todos compañeros, por lo cual si quieren cumplir con aquello siempre recibirán una ayuda de cada miembro. -Hizo una leve pausa, observando detalladamente a la joven peliverde que tenía al frente, segundos después prosiguió. -Pero el objetivo principal de Akatsuki es cazar a los 9 Jinchürikis y eso, espero que les quede muy claro. -Dicho eso, el líder se marchó, dejando la orden de que los demás se presenten.
-Yo soy Hidan, inmortal y sólo vivo para servirle Jashin-sama. -Decretó el peliplata.
-Konan, Aldea oculta entre la Lluvia. Tengo mi ideal respecto a la paz, y espero cumplirla.
-Kisame, yo solo soy un espadachín de la nueva generación. -Sonríe cínicamente.
-Itachi, de Konoha.
-Zetsu, sólo sirvo para espionajes, el combate no es lo mío. -Dijo, mientras se rascaba la nuca un poco avergonzado.
-Kakuzu, necesito 5 corazones para vivir de un elemento distinto. Pertenecía a la Aldea de la Cascada.
-¡Tobi! Me gusta comer dangos y me pareces bonita. -Se presentó el de la máscara naranja. _____ no pudo evitar sonreír ante el dulce comportamiento del chico.
-Sasori, de la arena roja. El arte perdura.
-No es así maestro, hum. -Respondió el rubio- Deidara, y en mi opinión, el arte es algo que dura segundos y explota. Espero que ustedes dos no desafíen mi arte. -Amenazó.
-Un gusto. Soy Hiko, ella es _____, por como verán nuestro cabello es verde tal como el de nuestro clan. Mi único pasatiempos es practicar genjutsu. -Sonríe orgulloso.
-Bueno, él ya dijo mi nombre. Me gusta la buena compañía, y odio demasiadas cosas. El asesinato de mi clan no me cambió en nada y no seré la típica chica que se encierra y cree que la mala suerte está de su lado, no. Sólo estoy aquí por mi único objetivo, no cooperaré con la caza de bijuus, para algo traje a mi compañero. Espero que no sean una molestia y se interpongan en mí camino, sólo los necesito por un momento y ya está. ¿De acuerdo? -Todos la observaron sorprendidos, ya que era la primera vez que alguien les hablaba así, siquiera su mismo líder. Poco a poco, la tensión se fue yendo y sólo asintieron, para luego marcharse lentamente.
Ella sólo suspiró, en busca de una habitación para poder descansar y empezar a planear una excelente estrategia contra la Aldea oculta del la Hoja, aquellas personas tenían que pagar el daño que le hicieron a su clan por un simple capricho, obviamente sin hacer daño a gente inocente, sólo a aquellos "shinobis" incoherentes.
Sabía que esto era un nuevo comienzo.*-'*-'*-'*-'*-'*-'*-'*-'*-'*-'*-'*-'*-'*-'*-'*-'*-'
Espero que les guste. Me esforzaré demasiado en esta nueva Fanfic.
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Somebody. || Akatsuki Y Tú || ©
FanficNo hacía falta un final. Hacía falta ser, alguien.