A salvo.

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Narrador Omnisciente.

-¿No sientes algo más allá de un vacío? -Estaba recostado entre las piernas de ella, mientras contaba una por una las nubes.

-No lo sé, no sabría cómo explicarlo. -Jugaba con el pelo de él y le sonreía cálidamente para desaparecer sus preocupaciones. -Me siento, ¿complementada?

-Yo creo que eso es mucho peor que sentir un vacío en el fondo. -Dijo enderezándose, intentando hacer que sus ojos conectaran con los de _____.

-¿Por qué dices eso? -Preguntó un poco confundida.

-Porque al estar vacío, si vuelves a perder alguna otra cosa, ya no duele como en un principio. -Suspiró hondo y prosiguió. -Sin embargo, cuando sientes que no te hace falta más nada, es cuando más dolor sientes si pierdes algo o alguien. -Ella lo miró sin expresión alguna, creyendo que sólo era una simple broma.

-Bueno, déjame decirte que estás confundido, Itachi. -Se arrodilló para estar a la altura de su rostro y lo desafió con la mirada. -Cuando te sientes vacío y crees que nada más dolerá, es cuando tomas decisiones que al fin y al cabo para tí no dolerán, pero luego reaccionas y sabes que te lastimas mucho peor. -Ambos quedaron en un profundo silencio, ella al igual que él conocían perfectamente el vacío y el dolor.

Desviaron sus miradas, y a pesar de que el ambiente no era para nada incómodo, Itachi se disculpó y decidió estar por un rato sólo en su habitación.

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La presencia de _____ lo hacía ponerse nervioso, pero no en un mal sentido. Hacía que muera de nervios, y no podía evitar sentir una corriente cada vez que sus cuerpos rozaban o ambos se miraban directo a los ojos. En un principio lo que quiso evitar, se volvió algo totalmente adictivo para él. Muchas veces sentía la preocupación de que ella lo olvidara y luego sonreía al saber que estaba equivocado.
Le gustaba la forma en la que lo hacía sentir. No lo engañaba con la típica frase de que era una persona única, sino que le aclaraba que tendría que ser feliz a su manera o sino viviría lleno de prejuicios con una realidad ficticia.

Pasó 499 días pensando en cómo provocar la misma sensación en ella, y 500 noches planificando un rato a su lado. No podía evitar sentirse ridículo, jamás había pensado que terminaría de aquella manera. Se detestaba a sí mismo por tener un sentimiento tan fuerte hacía _____.
Sin importar las circunstancias, ella buscaba el bien para él y eso lo tenía más que claro. Era como si la lluvia fuese igual a sus besos, belleza impune, belleza insensata.
Juega el amor sus dados de ladrón del destino: si pierdes puedes saborear el dolor. Cuantas mujeres que la luz ahoga, pero ella brillaba entre la oscuridad, su fuego era la nostalgia.

En ella estaba todo lo que amaba.

"Refrescaba sus labios con el antiguo veneno extraído del amor, y en esas callejuelas de miseria, el amor es un personaje. Sobrepasaba instante por instante mi ser oscuro, podría decirse que era como si lo dominara. Era un valle indeciso el mundo de su cuerpo, mi mayor parte del tiempo contemplaba una vez más su fino rostro.

No era una guirnalda de sonrisas, tampoco un espejuelo de melosas luces, sino una ley furiosa, una radiante ofensa al peso de los días, pero aún así, ella me envolvía entre sus brazos y todo cobraba sentido.
Una chica paciente, no quería sus lágrimas, no quería sus conjuntos de ropa, sino la de sus emociones. Yo no le pedía vida, sus ojos eran mas brillantes que las flores, que cristales de sal en la desierta playa bajo el sol, bajo la luz ardiente. Tanta dulzura en nadie más que ella.

Y me sentía patético, patético por quererla tanto, pero era algo que me mantenía a salvo."

Somebody. || Akatsuki Y Tú || ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora