Reconfortado.

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Sasori POV.

-Has cambiado mucho. -Estaba rígido, sentado en el enorme sillón, ella sólo se limitaba a sonreír. -Yo...

-No hace falta hablar mucho, aunque el silencio sea incómodo, hay que dejar que fluya. -Se encontraba sentada en posición de indio, y aún conservaba su toque de inocencia.

-Extrañaba tu simpleza. -Las palabras salieron de mi boca sin previo aviso, pero no fue algo que me molestó y al parecer a ella menos.

El tiempo restante que estuve sentado junto a _____ fue en completo silencio, y uno que otro roce de nuestras manos.

Me recosté y apoyé ni cabeza entre sus piernas, era una sensación cálida sobresaliendo de mi pecho, y un momento que no cambiaría por nada.
Ella jugaba con mi cabello y con su otra mano trazaba líneas en mi espalda, era algo que me ponía somnoliento.
Pensé en que era mucho mayor que ella, o tal vez ella era muy menor para mí, aunque fue algo a lo cual resté importancia.

El hecho de estar con ella y compartir un buen momento, hacia que todo el resto perdiera todo tipo de sentido. Sus manos eran suaves y frías, pero no mostraba ningún signo de tener frío y eso me alivió. Tenía unos dedos largos y finos, pero su palma era pequeña y daba la impresión que el mínimo toque la dañaría. Seguramente ella se molestaría si supiera que la veo como a alguien débil, cuando en realidad sé que puede ser más fuerte que cualquier otra persona en todos los aspectos, pero así parecía, frágil como una rosa aunque peligrosa como las espinas. Era tímida, un cristal en el exterior, pero en el interior su capacidad de incrementar su fuerza era impresionante.

Tanto la quería, que no podía evitar recordar cada dos noches su rostro, y el imaginarme su voz. Sonaba algo bastante hipócrita viniendo de un asesino de clase S, e incluso era algo que también me fastidiaba... Quererla hasta el punto de dejar todo mi pasado de lado, por ella.
La quería siempre conmigo, y cuando tomaba de mi mano era como ir devuelta a casa.

Sin importar que tan tarde sea, aún se mantenía enredando su mano con mi cabello y el sueño me invadía, pero todavía no quería dormir, necesitaba tenerla junto a mí un rato más.
Tenía un brazo por encima de su pierna derecha, y apretaba a esta con fuerza, tenía temor de que se volviera a ir.
Su respiración era serena, y no emitía ningún ruido, era algo que me mantenía tranquilo.

Me giré un poco, quedando boca arriba y desvié la mirada, no quería encontrar la suya y no era por miedo a arruinar el pacífico momento, sino por el hecho de tener la necesidad de sentirme aislado, pero con su presencia a mi par. Debía ser algo difícil de entender, pero aunque sea yo entendía.
Me gustaba como frotaba mi pecho en círculos.

Su largo cabello tenía mechones rebeldes que le tapaba la mitad de su rostro, y opacaba sus ojos, pero yo sabía que brillaban sin importar las circunstancias.

No supe ni como ni cuando me quedé dormido, pero sentí reconfortado.

Somebody. || Akatsuki Y Tú || ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora