Gracias

9.7K 656 190
                                    

Itachi POV.

-¿Entonces eran ciertos los rumores de qué Konoha destruyó el clan Abad por una simple leyenda?

-Creían que iban a lograr prevenir una guerra. -Suspiré- Sabes que su clan es caracterizado por distintas leyendas en donde sólo arman desastres.

-Entiendo... -Él parecía un poco confuso, pero a altas horas de la noche no iba a explicarle cada detalle. Se levantó del suelo y de dirigió hacía su cama- Itachi, ¿crees que esa niñita logrará destruirnos si así quisiera? -Preguntó con un tono de preocupación poco disimulado.

-No lo sé, Kisame. -Respondí un poco sorprendido por su pregunta. Me levanté del suelo y marché a mi habitación.

*

-Cambien a alguien a otra habitación, yo dormiré junto a mi compañero. -Desafió la peliverde.

-Escucha, si fuese por mí te daría una habitación junto a él, pero entiende que no puedo cambiar la comodidad de otro. -Y ahí estaba yo, tras una pared observando aquella "discusión".

-¡Pero entiende que yo no quiero compartir habitación con Hidan! -Proclamó exhausta. Pobre, ni yo quisiera compartir habitación con él. Opté por salir del escondite y meterme en la conversación.

-Disculpen las molestias. -Me limité a decir.- _____ si no quieres compartir con Hidan, puedes dormir en mi habitación. -Ella dudó unos segundos, seguro pensaba que responder.

-¿Con quién dormirá Hiko? -Volteó hacía Pain-sama, esperando una respuesta.

-¿Qué compañero le tocó? -Ella giró sobre sus talones, quedando al frente mío. Fácil le sacaba una cabeza y media.

-Kakuzu. -Respondió totalmente indiferente.

-Bien, dime _____, ¿con quién quieres que comparta habitación Hiko? -Juraría que Pain-sama estaba por irse a dormir afuera si era necesario.

-Yo dormiré con Itachi con la condición de que él duerma junto a la rubia.

-De acuerdo. -Fue lo último que dijo para luego marcharse.

*

Ella se encontraba parada junto a la ventana, mirando hacia la nada. La tenue luz de la luna iluminaba su rostro. Tenía una pequeña nariz respingada, la figura de su rostro no era ni muy delgada ni muy rellenita, era justo como tenía que ser. Una piel particular, trigueña se podría decir, no era ni muy blanca ni muy morocha, era una tez perfecta. Su pelo corto y verde, no le llegaría ni a los hombros. Unos finos labios que se veían ligeramente morados, en las noches hacía demasiado frío y no había nadie para acoger. Unos grandes ojos verdes, ligeramente distintos al color de su cabello, y de ellos, se hacían presentes lágrimas las cuáles resbalaban a través de sus mejillas. Era hermosa, no lo iba a negar, tenía su propia belleza.

Por un momento, sentí esa impotencia de saber lo mal que ella se sentía, de conocer su dolor. Su clan destruido por Konoha, así como el clan Uchiha. A pesar de que fui yo quien se manchó las manos, me vi obligado a tomar decisiones extremas por el bien de la Aldea.

Entre pensamientos, poco a poco fui conciliando el sueño hasta por fin quedarme dormido, con la imágen de aquella hermosa chica frente a mí.

*

-¡Itachi! -Desperté sobresaltado, pensando que habían descubierto el escondite de Akatsuki.

-¿¡Qué pasa!? -Me levanté rápidamente, poniéndome en posición de pelea.

-Pain dijo que tendría que entrenar contigo, Hiko está entrenando junto a Sasori. -La miré unos minutos, y se veía totalmente diferente a como estaba en la noche anterior, que parecía frágil y si la tocabas se desmoronaría en cuestión de segundos, ahora tenía un aura negra y los ojos más vacíos que nunca.- ¿Qué tanto miras? -Preguntó molesta.

-Nada, sólo es que... Nada. -Sonreí. -Es mejor que vayas yendo afuera, esperame que me cambio y voy. -Ella sólo asintió. Al pasar, cálculo que unos diez minutos, salgo y la veo con la mirada perdida.

Cuando siente mi presencia, voltea lentamente hacia mi y me queda mirando directo a los ojos. -Joder, es preciosa. -Mascullé.

-¿Has dicho algo? -Pregunta acercándose un poco hacía mi, quedando aproximadamente un metro cerca mío.

-No, para nada. -Llevaba puesto un lazo marrón para sostener algunos mechones rebeldes, sin embargo cierta cantidad le tapaba casi toda la mitad del rostro, tenía una remera blanca y una campera color verde con detalles blancos. Antes de que girase, le dije. -Eres realmente bonita... -Las palabras surgieron de la nada, y ella me sonrío cálidamente para luego darme las gracias.

Somebody. || Akatsuki Y Tú || ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora