Somos una sola víctima.

4.7K 438 6
                                    

Deidara POV.

-Maestro, ¿usted qué opina de _____? Hum. -Estábamos sentados en un gran árbol del bosque, mientras que a lo lejos se podia observar que hacía la peliverde.

-Es una simple chica, Deidara. -Respondió frívolo como siempre.

-No es una simple chica maestro, hum. Si ella lo desea puede asesinarnos. -Repliqué.

-Como digas, Deidara. -Rodó los ojos y se bajó del árbol, marchándose hacía la cueva.

Seguido de él, también me bajé pero opté por ir a disculparme con _____ por la "discusión" de ayer.
Iba caminando sigilosamente, con la necesidad de no hacer ningún ruido e intentar sorprenderla. Fue en vano, aún me debían faltar como ocho árboles para llegar hacia donde ella se encontraba y aún así se volteó para verificar mi presencia. Esta chica era sorprendente.

-¿Sucede algo? -Pregunta una vez que me encuentro cerca.

-No, hum. Sólo quería pedirte disculpas por lo de ayer. -Sonreí forzadamente.

-¿Qué pasó ayer? -Su mirada de estar completamente serena pasó a ser una mirada llena de confusión.

-Nada, sólo... Una pequeña discusión, hum. -Vaya que era extraña, ayer estaba a punto de matarme y hoy ni recordaba que había sucedido. -¿Siempre eres así?

-¿Cómo así? -Inclinó un poco la cabeza y sus ojos conectaron con los míos. Un leve sonrojo cruzó por sus mejillas.

-Yo he preguntado primero, niñita. -Dije intentando formar un leve círculo de confianza.

-No entiendo a qué te refieres, pero bueno. -Dijo sin más, apartando su mirada.

-¿Cuántos años tienes? -Movía sus pies en el aire y su cabello verde se dispersaba en la pequeña brisa. Tenía su vista hacia un lugar no especificado y el rostro totalmente sereno.

-Diecisiete. -Contestó, alzando su mirada hacia mi, palmeando a un costado suyo indicando a que me siente. -¿Y tú?

-Diecinueve. -Le di una media sonrisa la cual ella me devolvió.

-Mhm... -Frunció el ceño.

-Deidara. -Completé.

-Si, lo siento. -Suspiró- Deidara, ¿qué significado tiene la vida para tí? -Consultó como una pequeña niña inocente que tiene miedo al exterior.

-Pues... No sabría cómo decírtelo. Es algo confuso, mayormente las personas creen que no tienen ningún objetivo mientras viven, pero yo creo que si. Si te pones a pensar, las abejas sólo viven hasta que cumplen su objetivo el cual es picar a la gente y en ese momento llega su lecho de muerte. Desde mi punto de vista todos tenemos algo que cumplir, y una vez que esté cumplido llega nuestra hora de morir. -Ella tenía su vista fija en mí, y es justo en ese preciso momento en el que por fin dejo de sentirme inferior a alguien. -Es como que la vida te lleva los pulmones, pero tú sabes que tu corazón le pertenecerá a alguien más.

-Mi corazón... Pertenecer a alguien. -Musitó. -Deidara, yo no tengo a quien pertenecer. -Su mirada inocente se marchó, para ceder el protagonismo a su mirada fría y dura.

-Sé lo que pasó con tu clan y lo lamento mucho, pero no creas que por aquello todo el mundo querrá asesinarte a tí. -Dije intentando que vuelva la _____ de hace unos 5 minutos atrás.

-¡Es que justamente es así! ¡Todos me tienen miedo, estoy cansada! -Ocultó su rostro entre medio de sus piernas y lo único que lograba decir era un doloroso "lo siento".

-No tienes que sentir culpa, no tienes que sentirte culpable. -Dudé si abrazarla o no, pero aquella frase sobre que todos le temían me hizo comprender que las apariencias engañan, y alguna vez en la vida todos merecemos ser tratados tal como merecemos. Comprendí que así como nosotros temíamos de ella, ella teme de nosotros, y todos juntos somos una sola víctima.

Somebody. || Akatsuki Y Tú || ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora