Capítulo 7.− Aroma

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Bueno, los personajes no me pertenecen, si no a su creador Masashi Kishimoto

Capítulo 7.− Aroma

Sus pies se movían con pereza, estaba algo estresado, ni siquiera pasar la noche con Shikadai lo había tranquilizado. Seguía molestó con Naruto por lo que le hizo a su madre, y con su madre por permitir ese tipo de trato. Entró a la casa sin dar su típico saludo y camino escaleras arriba arrojando su mochila a un lado de la puerta. Cansado, molesto y con sueño, al no poder dormir en toda la noche.

Estaba listo para tirarse a la cama cuando abrió la puerta, y no pudo evitar quedarse de piedra ante esa visión. Su madre y Sasuke estaban abrazados en su cama.

− ¡Ah!

Soltó el grito sin poder evitarlo, para después ver a ambos adultos sobresaltarse y que se creara una confusión unos segundos después.

Sasuke tomo a Hinata de la cintura mientras saltaba de la cama y lanzaba kunais hacia donde escucho el grito, Bolt volvió a gritar, ahora con miedo, y se lanzó hacia el suelo cubriéndose la cabeza, apenas esquivando los kunais.

− ¡Soy yo! – Grito desde el suelo alzando las manos − ¡Soy Bolt!

El niño alzó su mirada desde el suelo, y vio a Sasuke sobre su madre en el suelo, aunque solo alcanzaba a ver sus caras, y por alguna razón, su madre estaba completamente roja.

Hinata se había despertado sobresaltada por el grito, y luego de eso estaba en el suelo bajo Sasuke, otra vez, pero eso no era lo que en realidad la sobresaltaba, si no el hecho de sentir cierta parte de la anatomía del moreno que se pegaba contra sus caderas, que era afectada cada mañana le gustara al chico o no, además de que el chico tenía una de sus manos sobre su pecho.

− Demonios niño pude matarte – Espetó el moreno alzándose sobre su brazo libre

En consecuencia de su movimiento, sus caderas se pegaron más a las de Hinata y el agarre en su seno se apretó.

− ¡Sasuke-San! – Dijo la mujer avergonzada y poniendo sus brazos en medio de ellos

El moreno giro su mirada hacia ella, siendo consciente por fin de la posición en la que estaban, levantándose con rapidez de arriba de la mujer, para luego tropezar con la cama y caer hacia el otro lado con un ruido sordo. Hinata se cubrió el rostro con sus manos, avergonzada por la situación.

− ¿Qué...?

El niño se levantó con lentitud para luego dirigir su mirada hacia su madre, que aún se tomaba la cara con las manos, Sasuke estaba fuera de su vista al otro lado. Comenzó a caminar hacia ella cuando se tropezó con algo y cayó de frente.

− ¡Bolt-Chan!

Escucho el grito de su madre, viendo que llegaba a su lado en menos de un segundo, para luego mirar hacia sus pies y ver con que se había tropezado.

Se sobresaltó un poco al ver que era la bolsa con las protecciones para la casa que su madre estuvo colocando el día anterior. En su buro, en la cama y en el piso vio martillos, tornillos y pegamentos, seguramente estuvieron trabajando toda la noche para terminar de ponerlos, y cansados se quedaron dormidos en la cama, ninguno estaba desvestido o con la ropa mal puesta. Vio que Sasuke llegaba junto a su madre, los dos mayores lo veían con preocupación por el golpe que se había dado. Y Bolt se sintió un idiota otra vez, su madre no era como Naruto, debía recordarlo.

− Jajaja – Empezó a reír como loco al ver la situación en la que estaban

Hinata miro a Sasuke antes de empezar a reír también, olvidando la forma en la que Sasuke había estado sobre ella.

Tonos de fríoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora