Capítulo 33.− Ruptura

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Bueno, los personajes no me pertenecen, si no a su creador Masashi Kishimoto

Capítulo 34.− Ruptura.

Escuchó el sonido de una gota cayendo, constante, fue el sonido que lo despertó.

A ese sonido se le sumo el pitido de una máquina, que marcaba el ritmo de su corazón. Era igual de constante que el goteo. Poco a poco fue distinguiendo el resto de los sonidos, incluido el del viento invernal que movía las ramas de los árboles.

También fue consciente de la ligera sabana que lo cubría, un peso al lado de la cama donde estaba recostado, y una mano sujetando a la suya.

La venda que cubría sus ojos, solo logró recordarle lo que había hecho.

− Izanagi – Susurró sujetando su rostro con su mano libre.

Suspiró con calma, después de todo, no se arrepentía.

− ¿Estás despierto?

La suave voz a su lado lo puso de nuevo alerta, a pesar de sentirlos de cierta forma aumentados, sus sentidos aún se sentían entumecidos.

Asintió levemente con la cabeza, su garganta se sentía resaca.

− La mayor parte de la aldea volvió a la normalidad – Susurró Hinata – Y muchas personas fueron revividas – Sasuke sintió como aumentaba el agarre de su mano – Pero Uzumaki˗San dijo que habías perdido la vista en tu ojo derecho.

Sasuke movió su mano libre para sujetar la mejilla de su esposa.

− Lo sé – Dijo con voz ronca – No tenía el chakra suficiente – Se hizo un tenue silencio entre los dos, interrumpido por el sonido de las maquinas en la habitación − ¿Cómo están los niños, y tu hermana?

Hinata suspiró levemente.

− Están bien, Tenten también revivió, pero el daño de su cuerpo no se deshizo por completo, con Chouji pasó algo similar...

Hinata guardo silencio por unos segundos, desconcertando al moreno.

− ¿Qué pasa?

Hinata apretó un poco más su mano.

− Iruka˗Sensei no sobrevivió.

Sasuke asintió levemente, sin nada más que decir. A diferencia de sus compañeros, él nunca fue particularmente unido a su maestro de academia.

− ¿Cómo está la seguridad de la aldea?

Hinata mantuvo un silencio más prolongado.

− Las cosas están algo tensas – Dijo con sinceridad, pero restándole importancia – Raíz se hace cargo de todo, y los Kages de otras aldeas van llegando.

Sasuke arrugó un poco el ceño.

− ¿Por qué llegan los Kages?

Hinata volvió a suspirar quedamente.

− La verdad es que no lo sé.

Sasuke asintió lentamente de nuevo.

− ¿Dónde están Sai y Sky?

Hinata miró por la ventana unos segundos.

− Sai˗San debe estar arreglando el hospedaje de la Tsuchikage, llegará con su esposo en estos días, y Skiadrum˗San está ayudando con las reparaciones.

Sasuke asintió, recargando su cabeza en la almohada.

Hinata lo miró en silencio, no sabía si debía informarle "Toda la situación" y lo tensas que estaban las cosas entre toda la aldea, sobre todo por el apoyo de los ciudadanos hacía Raíz, y la resistencia hacía cualquier ninja en general. Sabía que habían sido los primeros en actuar, pero luego de la pelea a mitad de la aldea entre Naruto y Sai, la aldea completa se había enterado que habían advertido sobre el peligro. Eso sin contar lo que había pasado con el concejo...

Tonos de fríoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora