Doble Elección (Orígenes de la Selección)

Capítulo doce. Bienvenue

¡Hola, hola! Bueno, varias cosas que aclarar antes de empezar el capítulo. La historia ya está escrita, y tiene 18 capítulos, si contamos con el epílogo. Como quedan tan pocos, solo subo uno a la semana y así se hace un poco más... ¿largo? Además he estado pensando en escribir un capítulo extra, aunque no sé sobre qué, ni sobre quién. Lo que sí tengo decidido es que añadiré un mini-capítulo al final del todo con curiosidades de la historia que no se han mencionado. Allí también resolveré dudas sobre cabos sueltos que han podido quedar en la historia. Por lo demás, creo que eso era todo. Espero que os guste el capítulo. 

------------

"Car rien n'est gratuit dans le vie"

La semana pasó volando. Los dos grupos de seleccionadas trabajaron codo con codo para hacer una perfecta bienvenida a la familia real francesa.

Decidieron que la mejor vestimenta sería elegante, pero sin llegar a ser excesiva o demasiado recatada. Cada una podría llevar un vestido diferente, pero con aquellas características. Las telas se colgaron dos días antes, para comprobar que la luz era perfecta todo el día. El menú se editó y probó, por lo menos, cuatro veces. Las flores estuvieron a punto de no llegar debido a un problema en el pedido, pero la noche anterior pudieron ser colocadas en las mesas y jarrones. La música se eligió junto con diferentes artistas invitados que cantarían y tocarían en directo aquella noche.

Cada grupo parecía tener diferentes capitanías. Violet y Emma llevan el liderazgo del suyo de manera tranquila, todas daban su opinión y el ambiente era generalmente relajado mientras trabajaban, aunque siempre había alguna rencilla. Sin embargo, el otro grupo parecía tener problemas. Como era evidente, uno de esos problemas era Emily. Quería llevar el mando a la fuerza, pero sus ideas no eran las mejores y no conseguía que el resto de sus compañeras (aunque ella las considerada sublevadas) la obedeciera.

Durante toda la semana, en el Salón de las Mujeres no dejaban de oírse gritos:

—El azul es el mejor color para las luces. El rojo da a todo un aspecto tétrico y oscuro—explicó Emily.

—Se supone que tenemos que tener una paleta de colores similar a la del otro grupo. ¿En qué momento el azul y el rojo son de la misma tonalidad? ¡Son opuestos, Emily!—rebatió Abby.

—El azul es un color tranquilo. Me niego a que sea rojo. Ni siquiera se verá mi maquillaje.

—No estoy diciendo que tenga que ser rojo—explicó Abby, exhausta, haciendo gestos con las manos—. Pero tiene que ser de los colores del amanecer, como dijo Emma. ¿Alguna vez escuchas?

Emily le dedicó una mirada por encima del hombro y un bufido.

—¿Decías algo? Las luces van a ser azules, sí o sí—alzó la voz—.

Abby, que se había levantado de la silla, tiró la pizarra blanca en la que trabajaban sus compañeras con un manotazo y se marchó, a grandes zancadas, del salón.

—¡No puedo! ¡No puedo con esta estúpida!—gritaba mientras se dirigía a las puertas.

—Abby, espera...—Emma corrió para alcanzarla, pero Abby la ignoró y cerró las puertas.

La tensión comenzaba a jugar malas pasadas a las participantes. La Selección estaba en su momento álgido y las críticas de las revistas comenzaban a afectar a las jóvenes. Leían las revistas con el sello de "Especial Selección" con avidez, queriendo saberlo todo. Sabían que si eran las favoritas del pueblo, era más difícil que las echaran, a menos que rompieran una regla.