Doble Elección (Orígenes de la Selección)

Capítulo catorce. Un sacrificio por amor.

Nos acercamos peligrosamente al final de este fanfic. Para que os hagáis una idea, quedan otros dos capítulos "largos", uno más corto y conclusivo, un epílogo y un "aparte" de curiosidades de la novela que creó que os gustarán. Así que a menos que me pidáis un capítulo extra, eso sería todo. Antes de poneros a leer este capítulo, perdonadme, ¿vale?  No me matéis. Intentad meteros en la piel de Violet unos minutos ¿de acuerdo? 

¡Ah! Y si alguien, por cualquier cosa, me quiere mandar un edit, una teoría, o solo preguntarme algo por privado, este es uno de mis innumerables correos: comingsoonfinnjones@gmail.com Y ahora ya me callo.

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"Love can touch us one time and last for a lifetime"

De repente, una luz se iluminó en el pasillo, cerca de la puerta de Violet. Con algo de resignación debido al momento ardiente, desenfrenado y apasionado que ambos querían compartir, se separaron y la chica corrió a cerrar la puerta de su habitación. Había pedido expresamente a sus doncellas que no vinieran porque tenía que prepararlo todo para el Report y no se acostaría hasta tarde, por lo que no podían ser ellas. Estaba segura de que había cerrado la puerta la última vez que había entrado. Oyó unos pasos suaves en el pasillo y salió para oír una puerta cercana cerrarse, sin saber quién había sido.

Volvió a su habitación cerrando el picaporte. Miró a Justin, tumbado en la cama. Las sábanas, al igual que la mitad de sus prendas, estaban en el suelo, arrugadas. Justin estaba descalzo, con una camisa blanca a medio abotonar y el pelo hecho un desastre. No quería mirarse a sí misma, pero sabría que su aspecto sería similar. Pelo alborotado, descalza, uno de los tirantes del vestido bajado y marcas en el cuello. El pudor pudo con ella y la devolvió a la verdadera realidad, la que no estaba alterada por el deseo de Justin.

Sus respiraciones se habían relajado hasta volver a su ritmo normal. Justin, sentado en una de las esquinas de la cama, jugueteaba con uno de los gemelos de sus mangas, sin alzar la vista. Sin decir una palabra, Violet volvió a la cama, se tumbó y cogió a Justin de la mano. Él se tumbó junto a ella, abrazándola.

Así pasaron una noche de la que ambos se arrepentirían durante mucho, demasiado tiempo.

***

Tres horas. Solamente tres malditas horas antes de empezar el Report. En el Salón de las Mujeres solo se oía el repiquetear de los tacones. Las seleccionadas se movían de un lado al otro murmurando todo el discurso que darían, releyendo sus tarjetas, comprobando que las presentaciones se vieran bien o tratando de que no les diera un paro cardiaco. Ninguna había querido confesar qué expondrían en el Report, pero todas afirmaban que sus ideas eran originales.

—¿Cómo lo vais a comentar?—preguntó Emma, algo nerviosa—La verdad es que yo estoy bastante segura de mi discurso. Es conciso, pero no breve.

—¿Qué trata?—quiso saber Violet.

—Bueno, del castillo. Me he querido centrar en los recursos. Pero no te voy a decir nada más—bromeó ella guiñando un ojo.

—Suena interesante.

Emma sonrió, orgullosa y satisfecha. Pasó una de sus tarjetas, leyéndola rápidamente.

—Si no fuera por Noah no habría sabido exponerlo. Me ha estado ayudando a atraer al público con mis palabras.

Violet arqueó una ceja, algo molesta. Volvió su mirada la hoja en la que estaba escrito todo lo que iba a decir. No podía estar nerviosa, su verdadero proyecto nunca saldría a la luz. Tan solo tenía que intentar no arruinar todo su "efecto mediático" durante una hora y todo habría acabado.