I
Despierto con una sensación distinta que me hace sentir bien, algo que nunca sentí en mi vida y no sé como describir esto, solo que se siente tan bien que asusta. La declaración no ha sido la mejor, pero valió la pena porque el sentimiento es mutuo. Ni siquiera sé de donde saqué la valentía para decirle que me gusta. Esa voz interior no hace presencia lo que me parece raro, solo aparecía para abrirme los ojos y ver que no todos los hombres son iguales, a la prueba está Damiano que me ha protegido como un verdadero padre y Mattia siendo como un escudo sobre protector tanto para Chiara como para mí. No olvides de Gonzalo, quien es el gran responsable de que abras tu corazón... Ahí está, parte de la razón tiene y no quiero entregarlo hasta estar segura.
Miro la hora en el celular, son las seis de la mañana. Sin pensarlo me alejo de la cama en búsqueda de mi vestimenta de entrenamiento. Jugaré el segundo partido y ya estoy ansiosa, solo tengo que esperar hasta el tercer turno. Comienzo hacer la rutina de todas las mañanas: con la ropa y las toallas en mano, voy a la ducha y dejar de pensar por un buen rato en Gonzalo. No has pensado en él como otros días y eso puede ser porque se lo hayas dicho. Tienes la tranquilidad que le gustas y no pierdes nada con intentar conocerlo más, enamorarte y ser feliz con el hombre indicado. Tendré que dejar de hablar contigo o no me bañaré. Sacudo mi cabeza abriendo el grifo, quedando debajo de ella mientras el agua cae en mi cabello violentamente. Veinte minutos después estoy de nuevo en la habitación ya vestida y secando mí cabello para desenredar.
- Pero, ¿Qué ha pasado aquí?- pregunto al verlos a Mattia y Damiano desayunando- Se supone que soy yo quien hace el desayuno para todos...
- La princesita no se ha levantado nerviosa, ¿A qué se debe esa sonrisa de la que nunca había visto?- Damiano se acerca para abrazarme al igual que Mattia, como el ritual antes del partido.
- Nada en especial...- sonrío aún más y Damiano levanta una ceja con la mirada insistente- Sin querer le dije a Gonzalo que me gusta.- suspiro y con mis manos froto el rostro- Lo bueno es que me correspondió igual pero me desconozco en estos tipos de casos. Dios, ¿Una mujer declarándose antes que un hombre? ¿En qué mundo hacen eso?
- En ese mundo que ha creado tu mente, ese futuro que de alguna manera él se encuentra allí.- Damiano pasa su brazo sobre mis hombros guiándome a la mesa con mi desayuno preparado- Como tú me has dicho, Gonzalo es una persona indefensa pero fuerte y quieres ser ese escudo que lo proteja de todo ese mal que ha pasado, no haga lo mismo en un futuro juntos.
- Sabemos que no quieres aferrarte a otro hombre pero él no es Giovacchino, hasta puedo atreverme a decir que Gonzalo es mejor hombre que tu ex novio y solo tiene ojos para una mujer.- dice Mattia y lo miro- Me he dado cuenta que el coqueteo con Antoinette no te ha caído bien.- mira a Damiano y éste asiente- Como dijeron tus amigas, este hombre no solo le gustas, está enamorado de tí.
ESTÁS LEYENDO
Amor Sobre Polvo de Ladrillo ©
RomanceUna cita a ciegas preparada por sus mejores amigos cambiarán sus vidas para siempre... Ambos son tenistas profesionales, ella es una de las mejores del mundo y él sueña con ser el mejor del deporte adaptado.