Una cita a ciegas preparada por sus mejores amigos cambiarán sus vidas para siempre... Ambos son tenistas profesionales, ella es una de las mejores del mundo y él sueña con ser el mejor del deporte adaptado.
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II
Treinta y cinco minutos más tarde ya estoy al lado de Micaela y en compañía de Antoinette. Le presente a la primera ya que no se conocían. Muchas miradas están sobre los jugadores, otros en mi amiga y en mí. Entre descansos se acercan a nosotras para firmar autógrafos y sacarnos fotos, en verdad son muchas personas. Tengo muchos admiradores del que no me niego a entregarles algo mío, sea muñequeras o mis vinchas de tela. Recibimos aplausos en reconocimiento y es en ese momento cuando Gonzalo mira en dirección donde esta su equipo, sonriéndome cuando nuestras miradas se encuentran mientras se sorprende al ver que estoy acompañada de Antoinette. Eso si que es un golpe bajo, se ha de sentir alagado que la mejor del mundo este presente en su partido... Pero recuerda que eres su pareja. No juegues conmigo estúpida conciencia.
- Sé que apenas compartimos tiempo de entrenamiento pero, ¿Qué cuentas de Hugo?- susurro viendo el punto que están disputando- Tampoco lo he visto, pero no sé si me evita o en realidad lo he dejado de lado por Gonzalo.
- Lo abandonaste, por lo que pasa tiempo en mi piso.- me contesta de igual manera- Eres su hermana y no tendría que decirte, pero eres mi amiga. En estos pocos días en lo que me lo has presentado se ha transformado en alguien especial en mi vida.- se levanta del asiento festejando el punto de Gonzalo y yo quedo estupefacta pero con una sonrisa en mis labios.
- Me estás diciendo que te gusta mi hermano...- le contesto más como una afirmación que a una pregunta- Sabía que caerías, es un gran hombre a pesar de tener poca experiencia de vida...
- Diría que es más que un me gusta.- esconde su rostro entre sus cabellos y abro los ojos ante su confesión- Mi vida se ha basado en el tenis. Mis padres se han negado a mantener una amistad durante mi infancia y en mi adolescencia... Bueno, a los catorce años ya estaba viajando.
- Es todo un problema, a tí te obligaban a jugar y lo mío ya sabes...- me sonríe- Sabes que mi hermano tiene estudios que terminar y tomar el puesto que le corresponde, ¿No?- tiene que saber que no la va a seguir, Andrea es el único que maneja la empresa familiar... Yo decidí por escapar en mi adolescencia y Chiara quiso estar conmigo en el momento que más la necesitaba sin importarle quedar afuera de la herencia.
- Lo sé.- su respuesta me quita de mis pensamientos- Lo que siento traspasará todos los obstáculos que se interpondrán entre nosotros y la idea de una relación a distancia no es la mejor idea, pero no hay mejor hombre que el para mantener algo teniendo en cuenta que puede tener futuro.- me mira pero esta vez mueve sus cejas.
- ¿Te has dado cuenta?- asiente sonriente por lo que pongo los ojos en blanco- Espero que no lo uses a tu favor, sabes que soy capaz de hacer si llegas a lastimar a mi hermano.
- En este par de años que nos conocemos, ¿Me has visto rodeada de hombres?- levanto una ceja asintiendo segura- ¡Saca a Pierre y Gael de tu mente! ¿Me has visto rodeada de hombres? No cuentan los encargados de los torneos y admiradores...- esta vez niego.
