II
- Cecilia, estaré cerca de tu asiento para alentar.- sus brazos rodean la parte media de mi espalda mientras apoyo mi cabeza en su pecho- Seré tu cábala como siempre lo he hecho, solo que ahora no estaré solo.- se aleja y me pongo a la altura de Hugo para hacer lo mismo.
- Les dedicaré el triunfo, especialmente a tí mi pequeño diablillo.- beso su frente y este sonríe en respuesta- Bien, iré a entrenar.- asiente y se alejan en búsqueda de su lugar.
Dejo mi bolso a un lado de la silla, saco la raqueta y voy hacia donde se encuentran la juez de silla y la chica que juega contra mí. Es ella quien gana el sorteo eligiendo sacar, mejor para mí ya no sabe que es uno de mis puntos a favor. Me encamino hacia el lado donde me asignaron y empiezo con el calentamiento previo. El saque es algo del que no puedo dominar bien como quiero pero es algo del que trato de mejorar con el tiempo. Mi punto fuerte es el drive o al menos es el que nunca falla, tanto ofensiva como defensiva en el estilo que estoy buscando. La profesora dice que tengo esa habilidad que tiene cualquier tenista saca de sí mismo y que intentaría explotar en su mayor esplendor. Y aquí estoy, con su ayuda y las de mis compañeros que representamos a la escuela a lo que se refiere a este deporte, tratando de dejar bien posicionado a la institución. Según ellos, soy la esperanza de llegar hasta las finales nacionales.
El primer set lo he ganado fácilmente a 6-1, pero el segundo se me complica. No nos sacamos diferencias entre nosotras, descartando la idea de terminar lo antes posible. Voy perdiendo 4-2 y el cansancio se me hace notar. La profesora me grita que vuelva a concentrarme en el partido, que así lo terminaré más rápido. Con el saque a mi favor y la ventaja de ella, lanzo el balón hacia su lado devolviendo a la línea pero en el intento es en vano porque su devolución hace que corra en su búsqueda. Al deslizarme en el polvo de ladrillo pierdo el equilibrio doblándome el tobillo y caigo de costado. El dolor es tan insoportable que las lágrimas empiezan a deslizarse sobre mis mejillas. Cierro los ojos para luego sentir que alguien toma el pie afectado y grito del dolor.
- Tranquila hermanita, no pasa nada.- es la voz ahogada de Andrea y abro los ojos- Mandé llamar al enfermero y ver si puedes seguir jugando.- pasa un brazo por mi cintura y guía uno mío a sus hombros.
- Tengo que seguir jugando Andrea, no puedo dejar el partido inconcluso y más si nos referimos que estamos jugando de local...- suspiro al no poder apoyar el pie- Mejor que me coloquen una venda y así podré seguir.
- ¡No puedes arriesgarte!- me contesta exaltado- Está bien que estés en pleno desarrollo físico pero esto puede traerte consecuencias graves.- lo miro a los ojos, viendo sus retinas irritadas- Si quieres ser profesional, tienes que desistir en estos tipos de casos y dejar pasar para otra oportunidad.
Asiento dándole la razón y me guía hasta la silla a la espera de la persona que vea que tan grave es la lesión. No tarda mucho en llegar un hombre de gran estatura con un botiquín de primeros auxilios, al ver el tobillo hinchado coloca la crema para calmar el dolor y me mira apenado. Cierro los ojos con ganas de llorar por la frustración... Me dice que no me arriesgue a seguir jugando o la lesión sería mucho peor. Inclino la cabeza hacia atrás mordiendo mis labios para no gritar, enojada por no poder seguir con el partido. Con la ayuda de Andrea me acerco a la chica para felicitarla mientras le anuncio mi retiro al juez de silla, la primera observa atónita mi pie y solo le digo que tenga suerte, retirándome de la cancha seguida del enfermero y mi pequeño hermano.
ESTÁS LEYENDO
Amor Sobre Polvo de Ladrillo ©
RomansaUna cita a ciegas preparada por sus mejores amigos cambiarán sus vidas para siempre... Ambos son tenistas profesionales, ella es una de las mejores del mundo y él sueña con ser el mejor del deporte adaptado.