CAPITULO XLI

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[EDITADO]

Charlote.

Miraba la hora a cada momento que pasaba y Ethan aun no llegaba, lo sé porque yo estaba acostada en el sofá largo morando en doreccion a la puerta y Angeus estaba conmigo, se habia dormido y no reaccionaba.

-- ¿sabias que las mascotas como tu reconocen a su dueño a kilometros? ¿No esta ni un poquito cerca?- Angeus levantó la cabeza y me quedó mirando para lanzar un bostezo y acomodarse de nuevo-- genial, te aburres de mi, ¿es que acaso Ethan no te habla?

Ethan.

Llegué a casa por la mañana, en el living estaba Charlote durmiendo, el celular lo tenia en la mano y Angeus se estiró perezosamente bajando del inmueble.

-- gracias por cuidarla- acaricié su cabecita y le preparé su comida para volver con Charlote-- ¿la deportista se quedo dormida?
-- mm- acomodó su rostro en la calidez de mi mano.
-- que inteligente, pudiste haber bajado el respaldo del sofá, no tengo cosas inservibles en mi casa.

La alarma en su celular sonó, se removió un par de veces y se sentó frotándose los ojos.

-- ¿ya sales a trotar?- parece que se asustó porque dió un pequeño salto.
-- ...- ¿me miró con odio? Que rencorosa.
-- ya esta bien...
-- ¡¡no, nada esta bien!! ¡¡No llegaste a dormir!!- ¿me regañó, solo por eso estaba molesta?
-- estaba en la casa de Jonathan- levanté los hombros en gesto de no tener importancia.
-- ¡¿y no llamaste?! Estaba preocupada, creí que te habia pasado algo, tu forma de quitarte la ira es muy adrenalínica y tal vez... tal vez...

Me puse de rodillas frente a ella y la abrazé, estaba cubriéndose los ojos, temí que llorara.

-- lo siento, se me olvidó... pero te juro que conduje tranquilo hasta su casa- acaricié su suave cabello.
-- ¿de verdad?
-- si así fue, me golpeaste fuerte que casi quedo noqueado así que no me iba a arriesgar a acelerar.

Su risa inundó mis oidos, al menos se lo tomó con humor y no recibí otro puñetazo de su parte. Ya se que estar con Charlote es como estar con un cactus, acorazado por fuera, palabrerias como espinas... pero es blanda y sencible por dentro.

-- no lo haré más- se separa de mi.
-- que bien porque golpeas muy fuerte- le sonreí-- tu alarma ya sonó, creo que deberias salir.
-- ah si- se levantó y comenzó a subir las escaleras.
-- ¡Charlote!- la llamé y volteó a verme antes de desaparecer por el dobladillo del pasillo.
-- que.
-- te ves hermosa asi vestida.
-- ...eh... gra... gracias- jaa así que también puede sonrojarse, si que le queda.

Mi madre bajó al rato de haber salido Charlote, mi padre bajó estirandose con pereza, era fin de semana asi que estabamos todos en casa.

-- Charlote es muy activa, creo que deberia hacer ejercicios yo también- dijo mientras se sentaba a la mesa para desayunar.
-- amor, anoche no llegaste.
-- fui con Jonathan, me quedé en su casa.
-- me suena irónico que le digas casa a la mansión de Jonathan- se rie mi padre.
-- mm si- enseñé una sonrisa a sus palabras.
-- oh y ayer tus hermanos me llamaron- ella se sienta emosionada-- dijeron que vendrían hoy, ya deben estar en camino, querían aprovechar bien el fin de semana.
-- ah- ¿desde cuando vienen los fines de semana? Siempre llegan para las vacaciones.
-- además quieren conocer a nuestra huesped- poniendo mantequilla y una lámina de queso en su tostada.
-- ¡¿le hablaron de ella?!- arrugé la frente.
-- claro que si bebé, Andrew estaba hablando conmigo por teléfono cuando Charlote me llamó, asi que preguntó de inmediato de quien era la voz... no tuve otra que decirle.

Revolvi los ojos, no vendrán a visitarnos a nosotros, al contrario los sinvergüenzas o mejor dicho; "el sinvergüenza" viene a ver a Charlote.

Charlote.

-- uuf, creo que ya debo regresar- me sequé el sudor de la frente.
-- disculpe linda, ¿que hace en una calle tan solitaria?- el vehículo se detuvo a mi lado y bajó el vidrio polarizado.
-- salí a trotar pero ya me devuelvo a casa.
-- mm... soy Andrew un gusto conocerla- estirando su mano mientras sonreia.
-- si, que bien- no pensará que lo saludaré.
-- ¿cual es tu nombre?
-- que te importa, muevan el maldito auto y dejenme- me puse a trotar de vuelta, dejando a los dos extraños tipos atrás.

Al poco rato venian al lado mio mirándome lascivos, aunque era mas del que me saludó; maldita sea, ¿cuando será el dia en que un hombre no me persiga con la mirada?

Si Que Te Odio 《Finalizada》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora