Si Que Te Odio 《Finalizada》

CAPITULO LXI

Este capítulo tiene diálogos en otro idioma, asi que cuando aparezca este símbolo.
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representa la traducción del diálogo.
❤
Eso es todo.
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Charlote.

Luego de habernos bañado en el lago, nos devolvimos por la tarde, cuando el sol ya estaba ocultandome en la frontera, Angeus parecia divertido mirando el paisaje y sacando sus patitas por la ventana, yo simplemente reia.

--- ¿sabes conducir?- me echa una rápida mirada para volver la vista al camino.
--- ... claro que si- mentí.
--- ok, estás mintiendo.
--- conducir es fácil, acordarse de cual pedal pisar es otra cosa.
--- ajaja- se rió- entonces no sabes.
--- ¿por qué me preguntas?
--- porque me gustaría dormir un poco y estoy seguro que te dormirás en vez de mantenerme despierto.
--- ¡¿así que para eso sirvo?!- lo miré mal.
--- esa es la función de un copiloto ¿no?
--- te mantendré despierto.

Ethan.

Cuando una chica dice que te mantendrá despierto todo el viaje hay dos opciones: 1) que se duerma a los pocos minutos de recorrido. 2) que te hable hasta por los codos y cante desafinado. Pero también se me ocurre una tercera que puede ser: que le suba el volumen a la radio para poder dormir ella y mantener despierto al conductor.

--- Supongo que Angeus me hace más compañía.

Pero al mirar por el retrovisor, el cachorro ya estaba durmiendo con la cabeza colgando y Charlote cabeceaba a mi lado con lo disparejo del terreno.

--- ¡genial! ¿Por qué me toca siempre a mí quedarme despierto? Apenas llevamos 10minutos de viaje y ya se duermen- puse en blanco los ojos.

Charlote.

No dormí muy cómoda que digamos pero estuvo bueno, Ethan me removió en el asiento para que despertara mientras iba a la cabina de atrás para despertar a Angeus.

--- no duerman más mis bebés, llegamos a casa.

El leoncito se sentó perezosamente en el asiento, lamió una de sus patitas y las pasó por su cara. Eso fué tremendamente tierno.

--- deberías haberlo tomado en brazos, lo despertaste.
--- vas a disculparme pero ya no tengo fuerzas para tomar semejante bestia en brazos- cerró la puerta una vez que Angeus bajó.

Mientras guardaba las llaves de la camioneta en su bolsillo, volvió a sonar su celular, ¿será por lo de la secretaria? No lo creo, no lo molestarian a esta hora para hablarle de eso, asi que me quedé un poco alejada de él.

Ethan.

--- si diga- contesté la llamada.
--- oh, ¿señor Colombier?
--- si, con él, ¿desea algo?- pregunté.
--- verás, hoy llega una alumna de intercambio a estudiar a nuestra Universidad y como usted vive a unos minutos del aeropuerto...
--- ¿quiere que la vaya a buscar?- miré mi reloj de muñeca.



--- sino le fuera molestia.
--- es un poco tarde ¿no?- miré a Charlote, estaba a escasos metros de mi.
--- lo sé, por favor.
--- ... bien- acepté dubitativo.
--- ¡gracias!- y corta la llamada.

Charlote me observa fijamente con un signo de pregunta en sus ojos y se acerca a mí.

--- ¿quién era?- sonrió.
--- una maestra- y frunció el entrecejo.
--- ¡¿que hacía una maestra llamándote a esta hora?!- elevó la voz.
--- pedía ayuda.
--- ¡¿ah si?! Con qué- cruzando los brazos levanta una ceja en señal de querer respuestas.
--- para ir a buscar a una alumna de intercambio al aeropuerto.
--- ¡Dios! Estamos terminando el año ¡¿y llega alguien de intercambio?! ¿No es raro?- alzó los brazos.
--- de hecho si, pero si es adinerada entra a cualquier lado ¿no?- levanté los hombros.
--- ¿cuando vas?
--- ahora, debe de estar esperando.
--- ¡iré contigo!- disponiéndose a rodear la camioneta.
--- no, será mejor que te vayas a la cama- la detuve--- la voy a buscar la dejo en su casa y vuelvo enseguida.
--- dije que te acompaño.