Si Que Te Odio 《Finalizada》

CAPITULO LXXIX

Jonathan.

Navidad, todo se resume en luces, invitaciones, fiesta, regalos y sentimientos hipócritas. Día de alegría y felicidad; que, ¿acaso el resto del año hay que andar deprimidos odiando a diestra y siniestra a la gente? ¿Solo navidad refleja amor?, pues bien, detesto estas jodidas fiestas, para mi es un día como cualquier otro.

--- Jonathan, ¿que harás en Navidad?- me pregunta Ellery.
--- creo que irme a la mierda todo el día, tendré cita con mi cama, ¿por qué, te apuntas a la idea?- si, creo que me pasé en responder de esa forma.
--- ... ¿tus padres no vienen?
--- ellos no están para nada, con suerte viajaron para estar dos días en mi accidente.
--- ¿por eso te pones idiota?
--- exacto.
--- wou, te falta cariño de mamá y papá- puso una voz burlona.
--- créeme que es lo que menos necesito... ¿quieres celebrarlo?- haciendo referencia al día festivo.
--- no, pero quiero estar contigo.
--- buena idea, te invito a mi humilde casa.
--- ajajaja- rió con ganas.--- ¿y jugar a la escondida?
--- es aburrido de dos personas... Charlote fue a conocer a la familia de Ethan- agregué antes de que ella propusiera esa opción.
--- ah, ya veremos con que entretenernos.
--- ¿no te haces la idea?- la miré con picardia.
--- no, es posible que te escapes de nuevo como la otra vez- volvió a reír.
--- ¡oh vamos, olvida eso! Ahora si.
--- que.
--- ahora si que no me escapo, me tomaste por sorpresa.
--- oh, que niño más tímido- apretó mis mejillas.
--- mañana en la tarde te espero en mi casa.
--- ¿que harás por la mañana?
--- tengo una cita con una chica, ella en la mañana tú en la tarde.

Entrecerró los ojos con obvia molestia, entró en un restoran de esos caros pidiendo a los pocos segundos un menú.

--- ¿estas molesta?- me senté frente a ella.
--- claro que no, estoy tan contenta que te la pases bien con otras chicas, seria absurdo de mi parte no dejarte libre- apoyó los codos en la mesa y entrelazó sus dedos poniendo su mentón.
--- ...mm, eres tan considerada.
--- ¡¡tu eres el maldito desconciderado, ya te has enrollado con las chicas suficientes como para seguir con ese jueguito!!- golpeó la mesa con las palmas de sus manos y se levantó con brusquedad.
--- oye.
--- callate y paga- hizo una seña con su cabeza y sale del restoran.

A mi espalda estaba el bufet más grande como si de fiesta se tratase, pidió toda la comida existente y ahí estaba, acomodadas en carritos detras de mi.

--- señor, ¿quiere que junte las mesas?- preguntó un camarero.
--- si por favor y hágame el favor de invitar a la gente que está en la calle y con mala situación económica.
--- señor...
--- nada de peros, ya les dije- me levanté.

El hombre asintió y comenzó a dar las órdenes para separarse en grupos y comenzar con cada actividad designada.

Salí cuando vi a Ellery dar vueltas en una esquina, entró a una tienda de ropa; la seguí. Hizo lo mismo que en el restoran, dejó todo el pedido a mi nombre y al rato dejaron los grandes paquetes con ropa y zapatos.

--- Ellery, no estés enojada.
--- ah, eres tú.
--- si nos ponemos a hablar de quien se acostó con quien, de seguro nos enojariamos más.
--- más que enojada no puedo estar.
--- eso ya pasó, además no te he sacado en cara de que tu también te acordabas con chicos.
--- gracias, ya lo hiciste.
--- era una broma, lo hago para que te pongas celosa y así saber cuanto me quieres.
--- estoy odiandote idiota, todo lo que haces causa el efecto contrario a lo que esperas.
--- ya, no soy tan dulce pero...
--- estoy haciéndote gastar dinero, ¿no te molesta?
--- no.
--- ¡deberías, estoy derrochando tu dinero!- me regañó.
--- las he perdido en cosas peores, ahora estoy haciendo acto de caridad.
--- ¿como?
--- ven aquí.

La tomé de la mano y la llevé al restoran de antes, ahí ya se encontraban las mesas organizadas en cinco filas todas con manteles y finos cubiertos, algunos de las personas que sabía que vivían en la calle comenzaron a entrar.