—No puedo creer que tu primera palabra sea un insulto —bufó Wonwoo caminando a paso de tortuga mientras ayudaba al niño a dar pequeños pasitos tomado de sus manos—. Recuerdame por qué te deje con él... ah, cierto... no hablas —rio levemente—. Ese tipo es mala influencia.
—Te oí —gruñó Mingyu, quien pasó trotando a su lado. Wonwoo y el niño habían salido de la casa diez minutos atrás y tan solo llevaban media calle recorrida, por lo que cuando él salió a correr los alcanzó con facilidad—. Eso ganas por dejarlo bajo mi cargo y en contra de mi voluntad —Mingyu comenzó a trotar marcha atrás y a menor velocidad para verlo bien—. De esa forma aprenderás que no debes dejar al niño con personas que no quieren cuidarlo.
—Ten cuidado, tropezarás con algo... —advirtió el mayor.
—Por supuesto que no —rio el contrario.
Cuando Mingyu se volteó para seguir su camino, se chocó contra un poste de luz haciendo que Wonwoo y el niño rieran a carcajadas. Mientras que el azabache le decía que se lo había advertido, Mingyu maldecía a la mitad de los habitantes del planeta.
—¿Te encuentras bien? —preguntó Wonwoo al ver que un pequeño hilo de sangre recorría la frente del mas alto.
—Si. —Espetó antes de acomodar su ropa con intención de seguir corriendo.
—Te está sangrando la frente —informó—, deberías regresar a tu casa y ponerte una venda.
—¿Quien eres mi madre? —Mingyu rio con sarcasmo— Estoy bien y no necesito nada.
—Toma —le extendió un pañuelo descartable que llevaba en la mochila donde portaba las cosas del pequeño Ki Su.
Mingyu tomo el pañuelo despues de dudar por unos interminables segundos y le agradeció a regañadientes antes de seguir su camino a paso veloz hasta comenzar a correr nuevamente. La verdad era que si le había dolido ese golpe, y bastante.
Wonwoo y Ki Su siguieron caminando unos metros mas hasta que el pequeño se canso de caminar y pidió ser alzado. El azabache aceleró el paso para llegar al parque mas cercano y poder jugar con el bebé allí.
Dicho lugar estaba a quince calles de distancia, por lo que al llegar se sentía agotado y los brazos le dolían ya que Ki Su se había negado a volver a caminar. La zona de juegos estaba repleta de madres con sus hijos y antes de sentarse por allí, decidió recorrer un poco el parque para ver si encontraba a alguien que reconociera a Ki Su.
Desafortunadamente, nadie lo reconoció o lo detuvo para preguntarle acerca del niño que llevaba en brazos. Cuando quiso ir al lugar que había visto vacío entre todas las madres en la zona de juegos, lo vio ocupado por una señora mayor dándole una paleta a un niño.
En el último banco libre, se encontraba Mingyu estirando los músculos de sus piernas. Bufó y se encaminó hacia él, lo ultimo que quería en este momento era soportar a ese idiota.
—Hola. —Saludo con amabilidad, pero sin prestarle atención.
—¿Vas a joderme donde quiera que vaya? —resopló el menor, sentándose en el banco de madera, junto al niño que lo separaba de su vecino.
—En realidad, solo estoy cansado de caminar y necesitaba un lugar para sentarme... pero si quieres, tómalo como una venganza por enseñarle una mala palabra a Ki Sunnie —se encogió de hombros y Mingyu puso los ojos en blanco—. Tengo sed, ¿tu tienes sed?
—No. —negó el mayor.
—Le estoy diciendo a Ki Su, idiota —respondió y enseguida cubrió su boca—. No digas eso, Ki Su.
—Iota —el pequeño ignoró la orden del mayor.
Los dos chicos se pegaron en la frente.
—Tal vez lo aprendió de ti, Wonwoo —comentó el moreno.
—Imposible, yo nunca digo estas cosas frente a él —negó.
—¿Qué acabas de hacer? —replicó, queriendo provocarlo.
—Iré a comprar agua para beber, cuida a Ki Su —ordenó.
—Yo tengo agua, toma de mi botella —no era que Mingyu quisiese compartir de su bebida, pero prefería eso a tener que volver a cuidar a ese niño.
—No tocaré algo que toco tu boca y tu saliva —dijo dejando la mochila del niño en el banco junto a Mingyu y comenzando a caminar a toda velocidad hacia la tienda que había del otro lado de la calle.
Mingyu bebió hasta la ultima gota de agua en su botella sin quitar su mirada recelosa del rostro del niño.
—Iré a tirar esto al cesto. NO TE MUEVAS. —Ordenó.
El cesto se encontraba a menos de diez metros de donde él y Ki Su estaban, nada pasaría si lo dejaba solo unos segundos.
O eso creía.
Cuando metió la botella en el cubo de basura y se dio media vuelta para regresar, notó que Ki Su no estaba donde lo había dejado... si no que ahí solo estaba la mochila que Wonwoo había traído.
—¿Ki Su? —Mingyu comenzó a entrar en pánico y a mirar a todos lados intentando divisar al pequeño o a alguien cargándolo.
¿Cómo era posible que desapareciera tan rápido? ¿Acaso tenía el poder de volverse invisible o de tele-transportarse? Era imposible, esto no era una película de fantasía.
—Ki Su, ¿dónde estás, maldita sea? —pasando una mano por su cara y cabello con nerviosismo, tomó la mochila negra de Wonwoo y se la puso al hombro para salir a buscar al niño— ¿Por qué siempre me pasa esto a mi? ¿A caso me odias, Ki Su? —preguntó a la nada.
Debía encontrar al niño antes de que Wonwoo regresara e intentara asesinarlo por perder al niño, así que decidió comenzar a correr.
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The Kid (Meanie)
FanfictionDos chicos, mal llevados uno con el otro, de un día al otro se ven obligados a unirse para cuidar a un misterioso niño de un año que fue abandonado en la puerta de su casa, mientras buscan a los padres de dicho pequeño. Pero... ¿Quién este este niño...