The Kid (Meanie)

27.

—¿Cómo es posible que pueda pasar esto?  —lloriqueó Wonwoo— No podré soportar si bebé muere.

—Yo no podré soportar perderlos... a ninguno de los dos —dijo Mingyu con un hilo de voz.

Después de la noticia, ambos habían subido a su cuarto y allí se habían quedado; en silencio y con lagrimas recorriendo el rostro de Wonwoo mientras que Mingyu trataba de ser fuerte por él e intentara reconfortarlo (aunque estuviese destrozado por dentro).

La puerta de la habitación se abrió y el señor Jeon entro en la habitación con una caja en sus manos.

—Pensé que tal vez te gustaría ver esto...  —dijo, entregándole dicho objeto a su hijo— Te dejaré solo para que lo veas...

Mingyu retiró el brazo de la cintura de Wonwoo y lo ayudó a abrir la caja con cuidado; adentro había decenas de fotos de sus dos padres.

—Es papá y... papá —soltó una pequeña risita ante esa oración y acarició la foto.

Ambos, veinte años mas jóvenes, lucían realmente felices. Mingyu pudo notar con facilidad el gran parecido que Wonwoo tenía con sus padres; el señor Jeon tenía su misma sonrisa, mientras que Min Jung tenía sus mismas facciones frías.

 Las lagrimas de Wonwoo caían una y otra vez al pasar las fotos de sus padres... se veían tan jóvenes y felices. En unas cuantas fotos su padre tenía el vientre abultado, cada vez mas abultado... hasta encontrar una foto de un bebé recién nacido en una cuna y una camilla de hospital vacía. 

Wonwoo sollozó con fuerza y cerro los ojos antes de tomar una foto de ambos padres y cerrar la caja una vez mas. Mingyu secó sus lagrimas y lo abrazó con todas sus fuerzas.

—Tenemos que ser fuertes y no pensar en el futuro... —susurró el moreno— Pensar en el futuro nos impedirá ser felices en el presente. Quiero disfrutar de tu compañía y ser felices, como si ignoráramos nuestro futuro. Sé que será dificil, pero quiero que prometamos que seremos felices hasta el ultimo momento, independientemente de lo que pueda pasar... y prometo que yo me encargaré de que seas feliz cada día de tu vida de ahora en adelante.

—Y prométeme que pase lo que pase, tu serás fuerte... por nuestro bebé o por mi —dijo Wonwoo, separándose de él y mirándolo a los ojos.

—Lo prometo —ambos hablaron al mismo tiempo, entrelazando sus dedos meñiques.

Mingyu sujeto la cara del mayor y lo besó con ternura por unos segundos. 

—Ahora que lo prometiste, quiero que dejes de llorar... por favor —suplicó, secándole las lágrimas—. Te ves feo de esta forma... —Wonwoo río y lo golpeó en el estómago— ¿Por qué siempre me golpeas ahí?

—¿Prefieres en otro lado? —apunto su puño a su entre pierna. Mingyu, como acto reflejo, se cubrió rapidamente.

—Pf, ni que me doliera el estomago de tantos golpes... —comentó riendo.

—Me iré a bañar... —Wonwoo respiró hondo y se levantó de la cama y se tambaleó. Tanto llanto, sumándole el embarazo, habían causado mareos en él— Necesito relajarme.

—¿Quieres que te acompañe? —sonrió, con picardía.

—No.

—Oh, vamos... será solo bañarnos —cambió su sonrisa picara por una inocente.

—Si, por supuesto Mingyu... —comentó con sarcasmo— ¿Cuantas veces has dicho: "Vamos a acostarnos... sólo dormiremos"? —Mingyu río, el azabache tenía un punto— Además, soy muy tímido para bañarme contigo.

  Mingyu comenzó a reír con ganas, recostándose en la cama y sujetándose el estomago. Cuando miró a Wonwoo, este lo observaba con los brazos cruzados; su expresión seria hizo que detuviera su risa de inmediato.

—Si, mi amor... ve a bañarte, no quiero incomodarte —sonrió de oreja a oreja.

Wonwoo salió de la habitación y el moreno volvió a reír en silencio.

Mientras el azabache tomaba una ducha, Mingyu fue a la cocina por algo para tomar. Allí se encontró con el padre de Wonwoo, quien tomaba un café con expresión triste. Al ver al joven entrar por la puerta, lo invitó a sentarse.

—¿Que tal fue lo de las fotos? —suspiró.

—No dejó de llorar un momento... no sé que tan bien pudo hacerle que le muestre fotos de su padre y luego una de él recién nacido con la camilla donde debía estar su padre, completamente vacía —la forma en la que lo dijo, sonó mas brusca de lo que esperaba. 

El señor Jeon lo miró y por un momento, Mingyu creyó que ese sería su fin; y ni siquiera se había despedido adecuadamente de Wonwoo. Pero, para su sorpresa, el hombre solo suspiró pesadamente.

—Tienes razón, tal vez no fue una buena idea... —comentó— Yo solo quería que conozca a su padre... ya que ni siquiera tendrá la oportunidad de verlo en el cementerio; él me pidió que lanzara sus cenizas en una playa de Busan. 

—Probablemente, Wonwoo querrá quedarse con una foto donde está usted y juntó a Min Jung —recordó—. Antes de cerrar la caja, la apartó de las demás y la dejó sobre la mesa de noche.

—Por su puesto puede quedársela —sonrió—. ¿Sabes? Me puse a investigar todo lo que pude acerca de esto... hay un tratamiento que puede salvar a Wonwoo y al bebé; pero es demasiado caro y solo hay pocas probabilidades de que funcione —comentó.

—Haré todo lo posible para pagarla, conseguiré trabajo... le pediré ayuda a mis padres —dijo Mingyu, algo mas animado—. No importa lo que tenga que gastar si es para poder pasar el resto de mi vida con los dos a mi lado.

—Sólo tienen que hablar con un medico y pedirle información al respecto.