The Kid (Meanie)

36.

Cuando el cuerpo de Wonwoo tocó la cama, quedando atrapado entre el cuerpo semi desnudo de Mingyu y las sabanas, de su boca salió un jadeo al sentir su erección rozarse con la de Mingyu por la caída. Los besos de Mingyu bajaron por su cuello y mandíbula hasta las hermosas clavículas del mayor donde mordió con suavidad mientras sus manos desabrochaban el pantalón.

Los besos de Mingyu siguieron su camino hasta cada uno de los pezones del azabache, donde repartió lamidas, mordidas y pequeñas succiones, sonsacándole gemidos y jadeos de placer al mayor. Al llegar a la cicatriz de la cesárea, repartió pequeños besitos por el largo de esta, mientras recordaba el mejor día de su vida tal y como había dicho.

Los dedos del moreno se deslizaron al borde del bóxer de Wonwoo, deshaciéndose de el con lentitud y haciendo estremecer al mayor al sentir la respiración de Mingyu cerca de su miembro. Con una mano, el menor de los dos comenzó a masajear la extensión del azabache mientras besaba la cara interna del muslo izquierdo y luego el derecho para volver a subir hasta su erección y besar el glande antes de introducirlo en su boca y empezar a succionar. Saboreando aquello que no pudo por tanto tiempo.

—A-ah... mgh... mingyu —jadeó el mayor al sentir los labios de Mingyu subir y bajar al rededor de su polla. Cuando la mano del moreno comenzó a masajear sus testículos a la vez que introducía uno de sus dedos en su entrada para comenzar a prepararlo, soltó un sonoro gemido con el nombre del moreno.

Un segundo dedo en su interior, la boca de Mingyu jugando con su erección y sus testículos siendo placenteramente masajeados, bastaron para que ese cosquilleo en la parte baja de su estomago llegara y se corriera en la boca del mayor. Quien se encargó de limpiar hasta la ultima gota de semen de su miembro, antes de subir a la boca del mayor y besarlo con pasión, haciendo que él sintiera su propio sabor.

Después de unos segundos, Mingyu retiro sus dedos el interior de su pareja para reemplazarlo por su pene, pero antes de eso es estiró hasta agarrar su pantalón y sacar del bolsillo un pequeño paquete plateado.

—Jamás pensé que tendría que usar uno de estos contigo —rio antes de rasgar el envoltorio con los dientes.

—Ni yo —admitió Wonwoo, riendo también.

Después de deslizar el condón por su miembro, soltando un jadeo al sentir su propio rose, se posiciono entre las piernas del mayor e introdujo su miembro en la entrada de este, ahogando los gemidos de ambos con sus besos. Después de unos segundos, Mingyu comenzó a moverse entrando y saliendo una y otra vez, aumentando la velocidad y fuerza acorde a los minutos que pasaban.

  Wonwoo comenzó a moverse a su ritmo, sintiendo mayor placer que antes. Mientras Mingyu masajeaba el miembro nuevamente despierto del mayor, este le repartía suaves caricias que se convertían en rasguños cuando el moreno tocaba aquel punto dulce que lo hacía llegar al mismo cielo. Varios toques mas bastaron para que ambos se corrieran al mismo tiempo, Wonwoo machando sus abdómenes y Mingyu en su interior, ambos jadeando y susurrando varios "te amo" junto al nombre del otro.

  Al recuperar la conciencia, el mas alto salió del interior de su novio y se quitó el condón para ir a tirarlo al cesto del baño (ya que el de su cuarto no estaba mas) después de limpiar el semen del mayor de sus cuerpos. Cuando regreso, volvió a ponerse su ropa interior al igual que Wonwoo y se recostó a su lado, abrazándolo y escondiendo su cara en la nuca del contrario, sintiendo su delicioso aroma.

  Siendo Wonwoo, la cuchara mas pequeña, ambos se quedaron dormidos.

[...]

Cuando el azabache despertó al día siguiente, se dio cuenta que la cama a su lado estaba vacía. Frotándose los ojos mientras buscaba una de las remeras de su pareja para ponerse, comenzó a preguntarse donde estaba... se supone que ahora debían ir a buscar a la niña.

Se levanto y fue a la sala, que también estaba vacía como el resto de la casa. Sin pensarlo dos veces, tomó su celular y le envió un mensaje preguntando por el paradero de su pareja; aunque cuando presiono el botón enviar, la puerta se abrió y Mingyu entró en la casa con la niña en brazos.

—Mira Sae Ronnie, papá Wonwoo nos arruino la sorpresa —hizo un puchero mirando a su hija al ver al azabache sentado en el apoya brazo del sofá.

—¿Sorpresa? —curioseó el mayor, riendo— ¿Cual sorpresa? Lamento haberla arruinado... —rio levemente besando la frente de la niña y luego subiendo a los labios de su pareja— Buenos días.

—Buenos días —sonrió—. Fui a buscarla con la intención de que cuando despertaras ya estuviera aquí... pero creo que tarde demasiado.

—No importa, fue un lindo detalle —sonrío—. Pero creo que alguien necesita un baño...

—¿Que? Si me bañe ayer... —comentó el mayor.

—Hablo de la niña, tonto —rio el mayor con los ojos cerrados—. También necesita un cambio, ¿puedes cambiarla tu? Yo también necesito un baño.

—Claro... —sonrió.

—¿Recuerdas como te enseñe a hacerlo la ultima vez? —Mingyu asintió y se metió al cuarto, dejando a la niña sobre la cama mientras buscaba todo para cambiarla.

El tiempo en que Mingyu tardó en reemplazar el pañal sucio por el limpio, fue el mismo que lo que tardó Wonwoo en darse un baño. Cuando el azabache salió del baño totalmente vestido y se metió al cuarto, Mingyu alzó a la niña.

—Mira, le cambié el pañal como tu me enseñaste —sonrió orgulloso.

—Mingyu, amor... si, le cambiaste el pañal —asintió.

—Eso me suena a un "pero" —hizo un puchero—, ¿hice algo mal?

—Se lo pusiste al revés —respondió comenzando a reír con ganas mientras el menor suspiraba, francamente rendido, y volvía a recostar a su bebé en la cama.

Nunca aprendería a cambiar un pañal de manera decente.

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Holito, ¿que pasa si les digo que ya lo próximo es el epílogo?

 Si, esta historia está llegando a su final T:T Pero no diré nada "emotivo" acá, solo espero que les haya gustado este capítulo <3