23.

6.2K 825 168
                                    

Un mes había pasado de la gran e impactante noticia y era hora de que Wonwoo hablara con su padre. Pero para eso, debía salir de la ciudad.

—¿Me acompañaras, cierto? —preguntó el azabache mirando cocinar al menor. Aunque era mas una afirmación que una pregunta.

Mingyu cerró el horno y volteó a verlo; la mirada de Wonwoo lo obligaba a decir que si iría, le daba miedo decir que no. Con una amplia (y, claramente, nerviosa) sonrisa, asintió.

—Le diré a mi padre de mi embarazo, y ti eres el culpable de esto —señalo el pequeño bulto en su vientre.

Tan sólo tenía dos meses de embarazo, pero al ser tan delgado, su vientre ya comenzaba a notarse.

—¿Yo soy el culpable? —río.

—Si, te abusaste de que estaba triste por la ida de Ki Su y que estaba débil para alejarte —se excuso.

—Ajá, digamos que tienes razón... —puso los ojos en blancos— ¿Y que me dices de los siguientes días y semanas? ¿Seguías débil? —Wonwoo se sonrojó y Mingyu rio victorioso.

—De todas formas, tienes que venir conmigo —comentó—. Eres el padre de nuestro bebé, no puedes faltar.

—No lo haré... —sonrió acariciando la cabeza del mayor y luego besándolo con ternura— La comida ya casi está, tu turno de poner la mesa... yo cocine.

Mingyu suspiró en silencio, realmente se sentía asustado por tener que ir a conocer al padre de Wonwoo, era practica mente su suegro... y había embarazado a Wonwoo sin siquiera ser novios. Probablemente saldría de esa casa sin vida. O sin huevos.

Wonwoo le había dicho que su padre se había casado con una mujer cuando el tenía dos años y que era prácticamente como su madre ya que ella lo había criado. Así que también tenía miedo de su suegra.

[...]

Una semana mas tarde llego la hora del viaje. Ambos fueron en el auto de Wonwoo, ya que era un viaje de tres horas y decidieron tomarlo como un viaje de pareja (del cual el moreno creía que no regresaría con todas las partes de su adorado cuerpo)

—¿Qué te pasa? No has hablado desde que dije "faltan diez minutos para llegar" —curioseó Wonwoo.

—¿Quieres la verdad? —preguntó sujetando con fuerza el volante.

—No, quiero que me mientas. Me encanta cuando la gente lo hace —respondió con sarcasmo—. Por su puesto quiero la verdad, tonto —rio.

—Es que... Tengo miedo de que tu padre me mate por haberte embarazado —habló rápido—. O peor... que me castre. —Wonwoo comenzó a reír a carcajadas—. No es gracioso, hyung.

—Mingyu, ninguno de los dos sabía que podía pasarme esto —sonrió, y puso una mano en su pierna—. No tienes la culpa. Si las sospechas que tengo son ciertas, quien la tiene es mi padre. Así que no te preocupes.

Mingyu siguió las indicaciones del azabache para llegar a la casa de sus padres, finalmente estacionó frente a la cochera y bajaron del auto.

—Ya te dije que no estés nervioso —sonrió depositando un tierno beso en sus labios.

El puño de Wonwoo golpeó la puerta tres veces, antes de que esta fuera abierta por su padre.

—Wonwoo, hijo mío, que alegría volver a verte —sonrió, envolviéndolo en un fuerte abrazo—. ¿Has estado comiendo mas, cierto? Ya no te veo tan delgado como antes, supongo que eso es bueno.

—Si... estoy... estoy comiendo mas —sonrió con algo de incomodidad.

—Oh, hola... —dijo al ver a Mingyu parado detrás de su hijo con las manos en los bolsillos, y haciéndolos entrar— ¿El es tu...?

—Novio —respondió el moreno.

—Vecino —Wonwoo hablo al mismo tiempo, generando una confusión—. Es mi novio.

—Soy su vecino —nuevamente hablaron al mismo tiempo.

Los dos se miraron, queriendo golpearse el uno al otro y Wonwoo sonrió de oreja a oreja.

—Es mi novio y también mi vecino —dijo mientras tomaba de la mano al mas alto.

  Los tres se sentaron en la sala a charlar sobre cosas sin importancia, mientras que el señor Jeon le hacía preguntas a Mingyu sobre su vida; con quien vivía, si trabajaba o estudiaba. Típicas preguntas de suegro.

—Estaremos aquí unos dos o tres días, si no te molesta... —comentó Wonwoo.

—Claro que no, ¿cómo podría molestarme la visita de mi hijo y su novio? —sonrió felizmente, Mingyu pudo notar que tenía la misma sonrisa que su hijo— Pero mi duda es... ¿a que se debe esta visita? Tu sueles venir solo para las fiesta de fin de año por tu trabajo...

—Tengo algo importante que quiero decirte, pero antes de eso... —respiró hondo— quiero que me hables de mamá.

—¿De tu madre? —frunció el ceño— Jae Kyung está bien, ahora está trabajando y...

—No ella, papá —habló con firmeza—. Quiero que me hables de mi verdadera madre... ¿por qué no tienes fotos de ella? Según me dijiste pasaste tres años de tu vida a su lado, ¿es posible que no te hayas tomado ni una sola foto con ella? ¿Por qué...?

  Mingyu toco su brazo, para evitar que siga hablando y lo acribillara a preguntas. El pobre hombre comenzaba a palidecer, y después de todo, acaban de llegar.

—Lo siento —suspiró—. Pero necesito que me hables de mi madre, papá. Tengo veinte años, ya es hora de que me digas lo que en verdad pasó.


The Kid (Meanie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora