—Creo que dejar a la niña con tus padres es una mala idea, tan solo tiene cuatro meses —resopló Wonwoo.
—Ya cariño, será solo un rato... —sonrío— Es nuestro aniversario y desde que Saeronnie nació no nos hemos despegado un día de ella... merecemos nuestro tiempo a solas.
Era verdad, los últimos cuatro meces ambos habían estado muy pegados a la niña... quedando casi estresados por sus continuos llantos y demandas de atención.
—Sigo pensando en que debimos esperar un poco mas, podemos festejar nuestro aniversario mas adelante —suspiró.
Mingyu retiro la mano de la palanca de cambio y la puso sobre la pierna del mayor, reconfortándolo.
—Wonwoo, les dije a mis padres que si algo sucede que nos llamen... no apagaremos nuestros teléfonos —sonrío—. Ahora relájate, iremos a cenar... y luego iremos por nuestra princesa.
—¿A donde iremos? —sonrío tratando de relajarse.
—Es una sorpresa, te encantará... como todo lo que hago —presumió haciendo reír al mayor.
Mingyu siguió conduciendo por un rato hasta llegar aun bello restaurante alejado de la ciudad, en la cima de una de las colinas de Seúl. La noche era maravillosa, no había viento pero tampoco hacía calor, la luna y las estrellas brillaban espléndidamente en el cielo.
—Dios, Mingyu... este lugar debe ser carísimo —suspiró el azabache.
—No lo es —mintió. Él solo quería darle lo mejor a su pareja, no le importaba el precio—. Y no te preocupes por la comida, ya pague todo... —sonrío tomándolo de su mano para entrar.
Al entrar al lugar, Mingyu comentó que tenía una reserva y un hombre trajeado los comenzó a guiar por entre las mesas hasta unas escaleras y de allí permitió que ambos subieran solos.
—Cierra los ojos, yo te guiaré —sonrío.
—Mingyu, ¿seguro que quieres guiarme? —rio el mayor, mirándolo con una ceja enarcada.
—¿A caso no confías en mi? —Mingyu bajo unos escalones hasta estar mas o menos a su altura y sonrío— Mejor no respondas y cierra los ojos —rio cuando el azabache abrió la boca para contestar.
Wonwoo río con ganas y cerro los ojos, aferrándose a la mano del menor mientras este lo guíaba escaleras arriba y, por las dudas iba tanteando con una mano la pared (tal vez Mingyu hiciera que se golpease con algo, sin querer). Después de caminar aproximadamente unos diez metros mas, Mingyu abrió una puerta y le autorizo abrir los ojos.
El mayor de los dos se quedó totalmente embelesado por lo que tenía frente a él; en un balcón había una mesa adornada con velas color rojas, para dos personas. Y mas allá una espectacular vista de la luminosa ciudad de Seúl.
—Santo Dios, esto es... hermoso, Mingyu —sonrió antes de abrazarlo con fuerza y depositar un corto beso en sus labios—. ¿Y por qué sigues insistiendo en que no eres bueno en lo romántico?
—Es que no lo soy... —sonrió con las manos en la cintura de su pareja.
—Pero mira esto, es lo mas romántico que alguien pudo haber hecho por mi... en toda mi vida —sonrió, con emoción.
—Es por que te amo y siempre intento darte lo mejor que tengo —Mingyu lo besó una vez mas y ambos fueron a sentarse ya que pronto les traerían la comida.
[...]
—Todo estuvo delicioso —sonrió, entrelazando sus dedos con los de Mingyu sobre la mesa—. Es el mejor aniversario de novios que he tenido hasta ahora —rio.
—Y esto no terminará aquí, lo prometo —el moreno le guiñó un ojo con diversión y picardía. Wonwoo puso los ojos en blanco y río—. Extrañaba tenerte solo para mi al menos un rato —comentó—, se siente bien estar tranquilos.
—Debo admitir que yo también lo extrañaba, Saeronnie fue una bendición... pero suelo terminar aún mas agotado que en el trabajo —suspira y cierra los ojos al sentir el pulgar de Mingyu acariciando el dorso de su mano—. Gracias por apoyarme en todo, por estar aquí conmigo.
—No, yo debería agradecerte —sonrió Mingyu, parando se de su asiento sin soltar la mano del mayor y luego jalando de ella para que también se pare, quedando frente a él—. Me hiciste una persona mas feliz, por ti hago estupideces que nunca pensé que haría para solo escuchar la hermosa risa de alguien —sonrío.
Mintras hablaba, caminaba de la mano de Wonwoo hasta llegar a la baranda del balcón y se posicionaba detrás suyo para envolverlo en un abrazo por la espalda y entrelazando sus dedos en su vientre.
—Me enamoré de ti, tengo una hermosa hija, te tengo a ti... —sonrió y beso su mejilla con suavidad— No hay momento en que no me hagas feliz, tu sonrisa, tu voz, tu cuerpo, tu forma de ser... —Wonwoo sonrió al escuchar sus palabras y hecho su cabeza hacia atrás, apoyando su nuca hombro del moreno, mientras cerraba los ojos y sonreía— Y por eso, quiero que te cases conmigo —susurró el menor, en su oído.
Wonwoo abrió los ojos una vez mas y miró hacia abajo, donde Mingyu sostenía una pequeña cajita abierta y con un anillo plateado en su interior.
—M-mingyu... ¿hablas en serio? —tartamudeó, intentando contener sus lágrimas y volteando a verlo.
—Nunca he hablado mas en serio en mi vida, amor —sonrió el mas alto, acariciando su mejilla—. ¿Quieres casarte conmigo, Jeon Wonwoo?
Wonwoo respondió un ahogado si y unió sus labios en un lento y delicado beso, mientras sus brazos rodeaban el cuello del mas alto y este lo abrazaba por la cintura. Definitivamente, era el segundo día mas feliz de su vida.
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The Kid (Meanie)
FanfictionDos chicos, mal llevados uno con el otro, de un día al otro se ven obligados a unirse para cuidar a un misterioso niño de un año que fue abandonado en la puerta de su casa, mientras buscan a los padres de dicho pequeño. Pero... ¿Quién este este niño...