VII [Parte 1]

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Hacía varios días que Kimmie salía del colegio y ni me saludaba. Normalmente corría hacia mí para abrazarme y darme un millón de besos en la mejilla. Sabía que ocurría algo, pero por mucho que le preguntaba, ella no decía nada. Tampoco iba a sonsacarle la información, si ella no quería decírmelo quizás era por algo, pero aun así no dejé de estar preocupada.

Cuando llegué a casa recibí una llamada, era Camila.

— Lauren, ¿Puedes pasarte por clase? Necesito hablar contigo.

Por suerte aquel día no tenía que hacer demasiado en la oficina. Nos habíamos puesto de acuerdo en la última reunión, yo le haría fotos a mi hija cuando ella estuviese entretenida, ninguna posando.

— ¿Voy ahora al colegio? ¿Está todo bien?

— Es algo que tengo que hablar en privado contigo.

— Voy ahora mismo, dame cinco minutos.

Colgué el teléfono, me puse el abrigo y salí de mi casa para dirigirme al colegio rápidamente. Estaba totalmente segura de que Kim había vuelto a revelarse, como cuando se quitó la falda. Esta vez no sabía qué le ocurría exactamente, pero cada vez estaba más cerca de la respuesta.

En cuanto llegué Camila me estaba esperando en la puerta.

— Los niños tienen música, así que estaremos tranquilas en clase.

Me indicó el camino y caminé junto a ella. Me abrió la puerta de clase y me ofreció sentarme justo frente a ella.

— ¿Kimmie está también en clase?

— Sí, está en música, no te preocupes por eso.

— Sabía que le pasaba algo, pero ella no me decía nada. Incluso pensé en llamarte...

— Bueno, en realidad no es para tanto, pero quería que lo supieras, Lauren. Kimmie ha intentado cortarse el pelo con tijeras en clase de plástica. Cuando le pregunté que por qué lo hacía me dijo que los otros niños se metían con ella porque jugaba con los chicos y no con las chicas.

— ¿Qué? ¿Insultan a mi pequeña? Ella solo juega al baloncesto...

— Lo sé, por eso me sorprendió. Ella me dijo que jugaba con los chicos porque era como ellos.

— ¿Qué me quieres decir, Camila?

— Que creo que tu hija quiere ser tu hijo.

— ¿Kim te ha dicho eso? ¿Por qué a mi no me ha dicho nada? ¿Qué?

— Quizás te lo ha dicho alguna vez, Lauren. No lo sé, pero tu hija es de decisiones fijas, y dudo que quiera confundirte.

— Ella no quería ponerse la falda, lloraba, se enfadaba...

— Tienes que hablar con ella... Darle carta blanca, preguntarle qué quiere ser.

— ¿Puedo llevarla a casa, Camila?

— Claro, si quieres te acompaño hasta el aula de música.

— Por favor...

No sabía si debía hablar con Kim ahora que me había dado cuenta de lo que ocurría gracias a Camila. Quizás era mejor informarme y reflexionar que hacer antes de decirle nada, pero necesitaba verla. Camila salió de la clase, me acompañó al aula de música y ella misma entró para llamar a mi hija, la cual salió algo mosqueada al verme.

— Kim, te vas a ir con tu madre, ¿Vale, cielo?

La pequeña asintió.

— Me lo estaba pasando bien en música...

— Kim, por favor. Has hecho algo y tenemos que hablar. Tranquila, no voy a castigarte.

— Vale... —se encogió de hombros y me ofreció la mano para irnos del colegio.

Caminamos juntas hasta casa, en silencio, tampoco sabía que decír. No quería ir al tema sin consultarlo primero con internet, es por eso que en cuanto llegamos a casa le ofrecí un libro de dinosaurios que le había comprado para el proyecto de fotografía, para que estuviese entretenida. Se fue a su habitación a mirarlo y yo aproveché el momento para encender el ordenador y consultar en internet.

Al parecer la cuestión sexual se manifiesta sobre todo en la edad infantil, por lo que si Kimmie estaba experimentando eso a aquella edad era normal.

Pensé en su padre y en que la pegó por eso mismo, porque ella estaba tratando de decir que era un chico porque se sentía como tal... No podía alegrarme más de haberme alejado de él.   

Simple Life [Camren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora