Elizabeth siempre a soñado con una vida color de rosa, llena de flores y corazones.
Su mundo gira entorno a Rafael : su prometido.
Todo va en perfecta armonía hasta que las cosas comienzan a cambiar... para mal. Elizabeth tendrá que...
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-¡ELIZABETH ESPERA! ¿QUE HACES?
Grito Rafael molesto y corrió tras de mí entre un mar de susurros, alcanzándome y tomándome salvajemente del brazo, haciéndome daño.
-¿Qué estás haciendo? Vuelve ahora.
-Rafael suéltame, déjame, necesito estar sola.
Vi hacia atrás y mama venia también. No, no quería hablar con nadie.
-ELIZABETH NO JUEGUES.
Me quite la coronita de diamantes que había pertenecido a su madre y el anillo de compromiso y se los entregue.
-Te quiero, pero no como mi esposo.
Corrí lo más rápido que pude para que no me alcanzaran y me subí a la parte trasera del vehículo que habíamos rentado para la ocasión un Rolls Royce blanco.
-Joven no haga preguntas y sáqueme de aquí ¡RAPIDO!
El chofer, un chico rubio un poco mayor que yo me miro de reojo espantado.
-¡AHORA!, ¡APURESE!
Encendió el coche y arranco muy fuerte saliendo del aparcamiento de la iglesia, mire hacia atrás y Rafael estaba en la entrada de la iglesia junto a su familia y a la mía.
Saque mi celular que traía colgado al lado de la tradicional liga azul y le envié un mensaje a mi mama.
"Mami estoy bien, por favor déjenme un rato sola, no te preocupes y discúlpame con todos...te quiero"
Enseguida me respondió
"Ok, cuidado, sabes que te quiero muchísimo y que lo que tu decidas yo te voy a apoyar SIEMPRE"
Sonreí y lágrimas cayeron por mis mejillas
-Disculpe señorita- interrumpió el chofer- ¿A dónde vamos?
Lo mire perpleja, me había olvidado de él. Sabia a donde quería ir, pero estaba asustada ¿Qué pasaría si no recibía la respuesta que yo esperaba?
Vamos al centro por el lado poniente, cuando lleguemos ahí, le seguiré dando indicaciones.
Marqué al número de Lorena, sabía que Melissa estaría con ella quizá rumbo a la recepción de la boda.
-Hola bebé, ¿Todo bien? ¿Necesitas algo?
-¿Dónde están?
-Vamos camino al salón, estoy con Melissa.
-No hay boda amiga, no hay necesidad de que lleguen.
Hubo un largo silencio.
-¿QUE?
-Así es, no hay boda, escape de la iglesia.
Lorena dio un grito de júbilo y le repitió a Melissa lo que acababa de decirle, Melissa, le quito el celular.
