Leila no tenía ganas de ir a ver a su tía Élitra por lo que en vez de desaparecer , decidió ir caminando , se puso una toga lila y se recogió la larga melena en una coleta alta , se miró al espejo para darse el visto bueno , y salió de la habitación , su casa era como una colmena gigantesca y si no tenías cuidado podrías perderte , paso por delante de las habitaciones de su tía y de su primo , pero no se detuvo porque sabía que estarían en el gran salón donde se celebraban todos los actos importantes , ya fuera para dictar nuevas leyes , dar castigos, o celebraciones familiares , estaba casi segura que hoy sería para dar un castigo , después de todo había matado a dos demonios la noche anterior , ellos se habían metido con su madre llamándola ramera de los dioses y eso era algo que no podía perdonar por lo que los dos idiotas habían saltado en pedazos antes de que terminaran de reírse, el problema era que los dos demonios eran capitanes de la guardia personal de su primo y aunque a él no le había importado mucho , su tía sería distinta.
La verdad es que ella no sabía quién había sido su padre, estaba segura de que había muerto a manos de Zeus igual que su madre. Por eso odiaba a Zeus era el padre de los Dioses pero un estúpido de categoría que no sabía mantener la bragueta cerrada , tenía tantas amantes que no era de extrañar que la mayoría fueran asesinadas por Hera, su esposa, de muy mal carácter por cierto , el caso es que Hera mando a su madre a matar a una humana amante del dios y al enterarse Zeus fue a detener a Esas ,su madre y gran diablesa destructora, pero cuando Zeus llego Esiss ya había hecho su trabajo , y como Zeus no podía tocar a Hera condeno a su madre a muerte y desterró a toda su raza , parecía, a que iba a ser el final de la raza de los demonios destructores , pero Hades , dios del inframundo y que odiaba a su hermano a rabiar , los salvo construyendo para ellos Blicos , desde entonces los demonios solo obedecían a un dios y ese era Hades.
Odiaba recordar todo eso, ella había vivido el destierro casi sin enterarse porque solo tenía doscientos años cuando paso todo.
Poco a poco fue llegando al gran salón , las puertas se abrieron de golpe en cuanto ella estuvo al frente de las mismas, el gran salón era de piedra roja con las columnas en bronce, la sala era inmensa estaba dividida en dos alas , un altar de mármol blanco en el ala derecho y el trono en el ala izquierdo , el trono estaba hecho con oro blanco y plata , tenía el respaldo con forma de tridente y en cada punta estaban incrustados miles de piedras preciosas de color negro , sentada en el trono estaba Élitra , luciendo una preciosa toga verde que resaltaba su pelo rojo y su piel tostada , tenía una figura esplendida para ser uno de los demonios más antiguos de Blicos.
Recorrió la distancia que le separaban de su tía y se postro a sus pies.
-Levántate Leila -dijo bajándose del trono y acercándose a ella - paseemos
-Como ordenes tía
Empezaron a pasear por la sala y se alejaron de los consejeros de la reina que se habían quedado al lado del trono al hacerles esta una señal.
-Mi preciosa sobrina, me han dicho que anoche tuviste problemas. ¿Es cierto?
- Yo no diría tanto - intento aguantar la risa al recordad la cara de susto que habían reflejado sus víctimas al explotar en pedazos - más bien fueron otros los que tuvieron problemas - declaro animada y entre risas
-Leila, no puedes ir por ahí matando a diestro y siniestro,-se giró para verle la cara a su sobrina y al verla con esa sonrisa replanteo la acusación - o al menos no matando a nuestros mejores soldados...
-Pero tía se metieron con mama - dijo en respuesta con voz irritada
-Eres joven pero ya deberías saber que en ocasiones hace más una buena tortura que una muerte rápida, no digo que no sean castigados pero la próxima vez, dímelo y yo me encargare de todo.
-Está bien - respondió resignada
-Y ahora quiero que pienses en tu futuro - y al decirlo se le ilumino la cara con un toque de picardía - vas a necesitar encontrar un marido...
-Tú también ¿? - dijo enfada - no me apetece casarme, además aún es pronto.
-No es tan pronto y debes hacerlo, después de todo sino esta casada no podrás acceder al trono.
-Vaya una cosa, sabes que no me interesa.
-No vuelvas a decir algo así - grito encolerizado su tía, con los ojos negros vueltos en llamas y su piel cambiando al rojo fuerte - este es tu destino y tu madre pago un alto precio por que lo tuvieras...
-Lo siento tía, no volveré a hacerlo - al decir esto su tía volvió a su estado normal como si nunca hubiera ‘pasado nada.
-Sé que no te gustan los demonios jóvenes que tenemos por lo que creo que sería una buena idea que escogieras a Dicaz , así todo queda en familia.- y su sonrisa se hizo más ancha.
-Ya veremos tía.- dijo sin animo
-Mira sé que odias a los humanos por lo que le paso a tu madre ,pero deberías recordar que fue Zeus quien la mato , por lo que si te quieres vengar hazlo de él, y la mejor manera es haciendo sufrir a sus criaturas favoritas,- acabo con una sonrisa espeluznante- por lo que te voy a conceder un trato, te daré un tiempo de vida en la tierra para que hagas lo que quieras , podrás matar a quien te venga en gana , desahogarte , lo que quieras.- de pronto su voz cambio y se hizo amenazadora - .pero cuando vuelvas te convertirás en reina y no volverás a tener contacto con ellos. Está claro ¿?
- Transparente!
- Entonces que me dices ¿?
-Acepto, pero como iré a la tierra ¿?
- Veras querida, hemos descubierto reciente mente una brecha entre las dimensiones, por ahí viajaras.
En cuanto Leila salió de escena apareció Dicaz con cara de pocos amigos, se acercó hasta su madre.
-Podemos hablar, madre ¿?- dijo con enfado
-Claro - respondió ella sorprendida
- A sola.
-Entonces vamos a mi habitación -y dicho esto de materializaron los dos a la vez en los aposentos de la reina.
-Que has hecho madre ¿?
- A que te refieres? ¿
- Con Leila, la vas a dejar viajar sola ¿?-acuso
-Pues claro que no, viajaran algunos de nuestros mejores hombres con ella, pero sin que lo sepa claro - contesto riendo
-Menos mal - declaro el con gran alivio - la tierra es un lugar difícil para un demonio joven y más con sus ansias de venganza, se meterá en problemas a la mínima oportunidad. Me preocupaba el que no volviera
-Oh y no volverá, o almenas viva- dijo girándose hacia su hijo que la contemplaba con ojos intrigados.
-Pero porque ¿?-pregunto con incredulidad, su madre iba a matar a su amada, no se lo podía creer.
-Oh no te hagas el inocente, si ella regresa será reina y cuanto piensas que podrás controlarla ¿? , es como su madre!! , demasiado débil,- dijo escupiendo las palabras - ya sé que estás enamorado de ella, pero hay más diablesas que pierden la cabeza por ti, además una vez que ella muera tu serás el futuro rey, nadie te negara nada, ni siquiera los favores en la cama...
Mientras tanto a Leila impondría su primer y último viaje a la tierra.
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