El roller ganó la intercontinental, la rollerband tuvo su primer concierto, Gaston y Nina descubrieron la verdad, Ambar pidió disculpas y Matteo con Luna confesaron sus sentimientos. Todo parece bien, pero ese no es el final.
Los secretos, los prob...
—No puedo creer que nos echarán— dice Tino sentándose en la cama junto al paciente.
Ambos están en el asilo. Ya que no tenían donde ir luego de su despido.
—Yo tampoco ¿Se puede mover? Tratamos de conversar— le pide Cato molesto al señor estirado en la camilla.
—¿Qué hacen ustedes en mi—, tose—, recámara?
—Trabajando ¿Qué no ve?— pregunta Tino—. Si quiere le presto mis lentes.
—Pero Tino tus lentes son de sol— recuerda Cato.
Ambos comienzan a discutir y el señor se impacienta ¿A quién en su sano juicio se le ocurre contratar a este par de idiotas?
—¡Ya cállense!
—¿Y quién es usted para decirnos que hacer?
—Soy Pablo Morales, residente en este asilo ¡Gracias a mi les pagan!
Tino y Cato ríen y siguen discutiendo mientras Pablo trata de dormir.
***
Ya son las diez y todos comienzan a llegar al roller. Hoy es la gran fiesta de disfraces y por órdenes de Santi no puede haber nadie sin disfraz.
Luna está frente al Roller con su gran vestido de «Bella» de la Bella y la Bestia. Se queda pillada en la puerta hace un poco de fuerza y entra cayéndose al piso.
«Torpe» piensa Luna mientras se levanta. Ve que Ambar esta parada frente a ella con los brazos cruzados, trae un traje rosado algo corto.
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—¿Estas bien Lunita?— pregunta con una sonrisa falsa.
—Si, oye Ambar ¿Si sabías que esta es una fiesta de disfraces no?
—Claro, por eso vine de Chanel Oberlin—. Luna alza las cejas confundida—. ¿Si has visto Screams Queens no?
Luna se muerde el labio y justo llega Matteo con un disfraz de Rey. Ella ríe, su chico si que es un fresa.
—Wow, creo que ganaras el premio de el Fresa del año. Ahora sí traes corona literalmente— ríe Luna.
