Sol Benson | Soy Luna 2

(16) Creí que nunca lo dirias

—¿Qué es esto?— pregunta Ambar indignada.

—Ay Ambar ¿Qué no es obvio? Es un cartel— dice Jazmín.

Todos se acercan a la escena, incluyendo a Santi con Paula.

—¿Dónde está Támara?— pregunta Mariano.

—Ella ya no trabaja aquí— dice Paula, aún sin conocerlo presentía que no era nada bueno.

—¿Tú? ¿Qué haces aquí Mariano?— pregunta Luna y Matteo abraza su cintura en modo sobre-protector.

—No hasta que acepten el duelo ¿O es que sin Támara les da mucho miedo?

—¿Miedo? No sé que me das risa o pena— dice Ramiro.

Los nuevos no entienden nada. Así que se limitan a ver, salvo Paula que le salió el instinto maternal.

—Bueno ¿Entonces porque no aceptan?

—Porque no...—. Ambar interrumpe a Luna.

—Claro que aceptamos, es más te ganaremos a ti y a tu equipo en la competencia. Después no andes llorando porque te derrotamos por segunda vez— dice Ambar mirándolo fijamente—. Ahora vete ya que tu cara me causa nauseas.

Mariano se va pero cuando está en la puerta voltea y dice—. Los veo en la competencia. Claro, si es que llegan.

Se va dejándolos a todos con cierto enojo hacia Ambar. Ella había aceptado la competencia sin conversarlo antes.

—¿Porqué me miran así? No podemos dejarnos pisotear por Mariano ¿O si?

—¿Ambar porque hiciste eso?— pregunta Luna con una mano en su frente.

—Vengo llegando y ya me toca volver a competir— menciona Matteo negando con la cabeza.

***

Pedro está afuera del Blake's South Collage algo nervioso. Decidió venir como sorpresa para Delfina.

Tocan el timbre y todos salen.

—¡Pedro!— grita Delfi animada corriendo hacia él y dándole un abrazo—. ¿Qué haces aquí?

—Quería darte una sorpresa— dice con una sonrisa entregándole una caja con chocolates—. Y invitarte a comer.

—Aw... qué tierno— toma los chocolates y los guarda en su mochila—. Pero me hubieras avisado así podía ir a mi casa y cambiarme.

—Bueno si quieres te puedo acompañar— dice Pedro—. Pero no, no a cambiarte me refiero a tu casa para que te cambies y yo espero afuera.

Delfi ríe y ambos se van.

Una vez en el restaurante con Delfina vestida piden la comida al mozo y comienzan una plactica.

—Te ves muy bonita.

—¿En serio?— pregunta mirándolo con ternura.

—Si en serio, tú siempre te ves bonita— dice tomando su mano. Ambos están frente a frente con la mesa de por medio—. Delfi la razón por la que te invite es porque desde hace tiempo me gustas y quiero decirte que si tu quieres. Me encantaría tener algo oficialmente oficial contigo.