En Llamas - Narrado por Peeta

Capítulo 2

Dejo la barra de pan sobre la mesa y salgo de casa de Haymitch poniendo la excusa de que debo de estar presente cuando mi equipo de preparación este en casa aunque en verdad lo que quiero es dar un pequeño paseo por el Distrito para aclarar mis pensamientos acerca del Tour y lo que tendré que hacer. ¿En verdad vale la pena lastimarme más a mi mismo para salvar su vida? Estoy seguro que ella no lo haría, preferiría deshacerse de mi de una vez por todas.

Trato de eliminar esos pensamientos de mi cabeza y sigo mi curso para acostumbrarme un poco a caminar por la nieve, además de paso aprovechare para dar una pequeña visita a mi familia.

Me sorprende ver un coche muy lujoso justo afuera de la Aldea, quizás sea de Effie o los estilistas aunque sospecho que no es así porque ya se habrían preguntado por mi, pero después recuerdo que a los chicos tardan menos en arreglarnos que a las chicas así que cuento eso como una posibilidad de que sean los estilistas de Katniss. y sigo caminando restándole importancia.

Salgo de la Aldea y paso por la estación que ya se encuentra perfectamente adornada para nuestra salida. Pienso en la gente que estará esperando para despedirnos. Por mi parte quizás sólo sea mi familia y uno que otro chico del colegio, pero por Katniss, me imagino que su hermana y su madre, su supuesto primo Gale que fue como el Capitolio decidió ponerle ya que cuando fueron las entrevistas hace unos meses cuando estábamos a punto de entrar a la arena a un combate del cual no sabíamos si volveríamos con vida, y preguntaron sobre sus amigos todos apuntaron a Gale, y con pleno romance en la arena no les convenía que su mejor amigo no pusiera buena cara al saberlo y se les hizo fácil decir que era su primo debido a que tenían casi las mismas características físicas.

Aunque no quisiera admitirlo sabía que Gale quería Katniss del mismo modo que yo la quiero y en todo caso le tenía envidia por poder pasar tanto tiempo con ella, por poder conocerla del modo que yo no pude. Quizás Katniss tenía ese sentimiento mutuo hacia Gale, y no la culpo porque tiene todo el derecho a querer a alguien mas, entiendo que los sentimientos no deben ser siempre correspondidos, aunque no negare que quisiera que ese sentimiento fuera por mi. Probablemente eran novios y por nuestro romance en la arena todo aquello se destruyó, él ya la habrá besado millones de veces, pero sus besos serían sinceros, no como los que me dio a mi en la arena.

Mi mente quiere seguir dando vueltas a todo el asunto, pero prefiero dejarlo para otro momento o si no estaré pensando en eso cuando vea a Katniss para el Tour y no sería agradable. No se cuanto tiempo ha pasado ni hacia donde caminaba, sólo me ubico por que el Quemador se encuentra a unos cuantos pasos por lo que deduzco que llevó bastante tiempo caminando así que me adentro recorriéndolo por todos lados.

Algunos me miran sorprendidos ya que o saben que no era momento de que yo estuviera ahí porque la gira empezaba dentro de poco tiempo y debería estar listo, o se les hace raro el hecho de que este ahí siendo que nunca en mi vida puse un pie ahí.

Seguí mi trayecto intentando ignorar las miradas y algunas personas susurrando a mi alrededor. Metí mi mano a mi pantalón revisando el dinero con el que contaba, saque las pocas monedas que traía y levante la mirada observando atentamente los puestos con diferentes tipos de materiales o alimentos. Sabía que toda esta gente necesitaba el dinero, pero lamentablemente sólo contaba con unas cuantas monedas así que tendría que decidir cuidadosamente con quien repartiría el dinero, más bien a quien le compraría ya que esta gente por mas que necesitara el dinero seguían siendo lo suficientemente honestas para ganarlo con su trabajo.

Hice una lista mental repasando los puestos que Katniss recorría para no pasar por esos sabiendo que ella los ayudaría lo suficiente, compre algunas pinturas, telas, entre otras cosas que podría usar gastando todo el dinero que traía conmigo y saliendo de ahí algo satisfecho.

Recuerdo que cuando era niño y salía con mi madre a hacer algunas compras, ella solía repetirme mil veces que las personas que vivían en la Veta eran malas porque no habían aprendido a forjarse una vida más derecha y vivir de manera decente, siendo un niño le creí todo, en verdad creía sus historias acerca de que ellos robaban a nuestros clientes. Con el tiempo, supe lo equivocado que estaba, sobre todo aquella vez cuando tuve que arrojarle el pan a Katniss, no se veía como mala persona como solía describirlo mi madre, más bien parecía aterrada, sus ojos no sabían a donde mirar mientras mi madre le gritaba todo tipo de insultos, ahí fue cuando voltee hacía horno viendo las hogazas de pan que mi madre me había pedido que vigilará. Cuando volvió dentro no pude evitar voltear a ver la chica que daba tumbos hasta caer junto a un manzano donde se cubría ligeramente de la lluvia, mire de nuevo al horno sabiendo que si no sacaba el pan ese instante se quemaría. Lo deje pasar, deje que se quemará mientras observaba el horno sin moverme, mi madre lo notó y se volvió furiosa hacia a mi tomando uno de los rodillos a su paso y dándome de lleno en la mejilla.

>>¡Eres un bueno para nada!– gritó justo cuando sentí el roce del rodillo contra mi mejilla.– ¿Acaso no puedes hacer nada bien?

>>Me empujó contra la puerta lo suficientemente fuerte para hacer que se abriera no sin antes darme el pan que había quemado

>>Ahora ve y tírale eso a los cerdos– dijo fulminandome con la mirada y sentí que me daría otro golpe, pero no fue asi.– Nadie en su sano jucio me compraría los panes así– bufó molesta y entro de nuevo a la tienda.

>>Fui arrancando los trozos más quemados y tirandolos al corral de los cerdos tal como me habia indicado mi madre. Volvi la mirada a la panadería viendo como se habia marchado mi madre y fue cuando sin dejar de voltear a ver a los cerdos tire el pan en dirección a ella y regrese a la panadería sin decir nada.

Voy llegando a la Aldea y veo que el coche lujoso se aleja, lo que me da una gran duda acerca de quien va en ese coche y por qué vino. Espero que no sea nada grave, no quisiera que tuviéramos problemas. No más de los que ya tenemos.

Entro a mi casa y me siento en sofá a descansar unos minutos mientras llegan Effie y mi estilista Portia aparecen. Pero no me quito la duda de la cabeza, necesito saber que quería quien fuera que fuera en ese coche, porque no es normal que aparezca en un distrito al que nadie vendría y mucho menos siendo hoy un día tan importante para nosotros.