Capitulo 22

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La miro, mi mente sigue bloqueada pensando en la razón por la cual ella decidió sacrificarse si es que así fue. Me acercó hacia ella aniquilando por la espalda al animal que la ataco. Lo pateo con fuerza para quitárselo de encima.

-¡Venga, vamos! -grito con cierta rabia por aquellos animales que le quitaron la vida a tan buena persona y al mismo tiempo recordando como la niebla también le quitó la vida a una mujer que no había hecho daño al mundo.

Los monos vuelven a subir a los árboles con cautela, habiendo cumplido su comentido.

-Ve a por ella -me dice Katniss-. Te cubrimos.

Me acercó a la chica y la levanto con cuidado aunque se que no hay mucho que se pueda hacer por ella. No tardamos en llegar a la playa que está a escasos metros de nosotros. Pongo a la chica en la arena observando más detalladamente las heridas que aquel animal causo en su cuerpo. Son cuatro heridas donde la sangre emana lentamente, aunque no se sí la profundidad se estas indica que ha llegado a los nervios o que le inyectó algún tipo de veneno.

Su piel tiene un tono verdoso, aunque esto yo lo había notado antes en los entrenamientos aunque se veía mucho menos. Exhala grandes cantidades de aire por la boca, pero esto no le es suficiente. Sus costillas se marcan en el mono, se que no moría de hambre, es algo muy poco probable; debió ser la morflina que le quitaba el apetito. Katniss sostiene su mano en un acto de compasión.

-Vigilare los árboles -nos avisa Finnick antes de alejarse.

Me acercó más a ella, recordando los pocos momentos que había logrado compartir a su lado. Es una chica muy bella por dentro, los juegos la destrozaron completamente. Seguramente también sufría pesadillas y la única escapatoria que tuvo fue la morflina.

Acaricio su cabello sin tono de vida en movimientos lentos mientras la miro atentamente. No se sí sufre o sí en verdad desea morir para acabar con todo lo que fue su vida después de los juegos.

Recuerdo como solía pasar horas en el entrenamiento de camuflaje, mezclar los colores. Pintar conceptos abstractos. Cómo pinto a Katniss con la poca vida que aún le quedaba. Es lo único que tenía en común con ella, a ambos nos encanta la pintura y la manera en que puede expresarse.

-Con mi caja de pinturas, en casa, puedo hacer todos los colores imaginables: rosa tan pálido como la piel de un bebé o tan fuerte como el ruibarbo. Verde como la hierba en primavera. Un azul que reluce como el hielo en el agua -le digo porque es lo único que podrá distraerla del dolor.

Me mira atentamente ahora que he captado su atención.

-Una vez me pasé tres días mezclando pintura hasta encontrar el tono perfecto para la luz del sol sobre el pelaje blanco. Verás, creía que era amarillo, pero era mucho más que eso. Capas de todo tipo de colores, una a una.

Supongo que imagina como mezclar los colores cuando sus dedos empiezan a hacer movimientos circulares alrededor de su pecho empapado en sangre.

-Todavía no he conseguido pintar un arco iris. Llegan tan deprisa y se van tan pronto... No he tenido el tiempo suficiente para capturarlos, sólo un poquito de azul por aquí o de morado por allá y vuelven a desaparecer. Vuelven al aire.

Su mano viaja hasta mi mejilla donde siento como su tacto recorre mi piel dibujando lo que parece ser una flor.

-Gracias -susurro porque se que ahora sólo son mínimas las fuerzas que la mantienen con vida-. Es preciosa.

Su mano vuelve a su pecho mientras una ligera sonrisa ilumina su rostro. Exhala relajadamente dejando salir lo último de sí.

Después de eso suena el cañonazo.

En Llamas - Narrado por PeetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora