Y te fuiste.
Como el verano tras largos meses
dando su calor.
Sin dejar que mirara por última vez tus ojos,
y me viera reflejada en ellos, brillando.
Sin saber que ese sería nuestro último abrazo.
Mírala,
la luna,
está sola, el brillo de tu sonrisa ya no le hace competencia.
Ahora ando buscándote;
por dentro,
para intentar arrancarte de una vez por todas.
Pero no te encuentro,
solo quemas,
supongo que eso seré,
cenizas, como mis recuerdos.
Y te fuiste,
como el invierno dejando corazones helados.
