Hace meses que te fuiste,
que te echo mil de menos,
no sabes lo que me gustaría hablar contigo,
que me digas "peque"
o que nos quedemos hasta la madrugada hablando.
Pero ya no te quiero de vuelta,
que lo que duele nunca es bueno,
y tú dueles demasiado.
Ojalá seas muy feliz,
aunque me hundiste,
pero gracias a eso,
vi todas las personas que me sacaron a flote.
Todas las que estuvieron dispuestas a hundirse conmigo,
y la que hacían lo imposible por devolverme la sonrisa que te llevaste.