Estás en el olor a café. Estás en todas las canciones de Pablo Alborán. Estás en los trenes que sólo disimulan. Estás en el olor a tierra mojada. Estás en las lunas de abril. Estás en las fotografías que giñan un ojo a la muerte. Estás en las calles perdidas de la ciudad. Estás en los escalofríos. Estás en la inspiración de todos los libros que quedan por escribir. Estás es mis sábanas frías. Estás en todos los poemas de Bukowski. Estás en el arte.