Detalles.
Invisibles a los ojos de mentes ancladas sin expectativas de salir a navegar.
Sin descubrir de qué color es el amanecer en alta mar,
sin notar tu pelo libre al
moverse con la brisa del viento,
y descubrir que tiene vida por sí solo.
Sin posibilidad de extender los brazos y sentir que vuelas,
sentirte más seguro que con los pies junto al sustrato.
Sentirte a salvo de todo, incluso de ti mismo.
Deja de renunciar al presente echando de menos momentos que nunca volverán y siente la libertad de estar vivo.
