Pecado Original © (terminada, En Edición) [Hermanastros]

Capítulo 2: Adam.

Estaba terminando de empacar mis cosas cuando mi madre entró a mi habitación.

-Gracias por esto, hija. Se que es difícil para ti dejar este lugar y comenzar de nuevo. Aprecio mucho lo que haces por mi.

-Te lo mereces mamá, James es un buen hombre.

-No te preocupes por Adam. Es un buen chico y se llevarán bien.

Oh madre. Si supieras.
Claramente mi madre no conoce la faceta de Adam en la escuela. El se comporta como un idiota la mayoría del tiempo.

-Seguro que sí-mentí.

Antes de salir dediqué una última mirada, a la que ahora era mi antigua casa.
Muchas recuerdos se quedan allí. Me sentí nostálgica al salir.

Luego de un viaje de media hora en coche, llegamos a la mansión de James. La casa era enorme.
Según mi madre es una casa de ensueño.
Nosotras tenemos dinero. Pero mi casa es bastante humilde y pequeña. Aunque mi madre es doctora, ella se ocupa de todos los gastos, y no permite que nunca me falte nada. Además, tengo una mesada proveniente de mi padre, cada mes. Pero ella nunca permitió que use mi dinero para la casa. Así que por el momento, lo estoy ahorrando.

James nos esperaba en la puerta con una enorme sonrisa.
Tal vez vivir aquí no sea tan malo.
No había visto a Adam desde que las clases terminaron el año pasado. Siempre que James venía a casa, venía solo.
Hacia mucho calor,por lo que me puse un vestido de tiras floreado y unas sandalias. Recogí mi largo cabello castaño en una trenza y me puse un poco de brillo labial.
Me veía bien.

Hace un tiempo atrás era imposible que me vista como una mujer, Megan me regañaba e intentaba mejorar mi aspecto pero nunca se lo permití. Sin embargo, este año, todo sería diferente.
Yo también lo sería.

James tomó a mi madre de la mano y entramos a la casa.
Me quedé maravillada al verla por dentro.
Era preciosa.

-Adam, ven aquí por favor-suplicó James. Pero nadie contestó.

-Aguarden un momento-El subió las escaleras y se fué en busca de su hijo.

-¿Qué te parece?-preguntó mi madre.

-Es hermosa mamá.

Escuchamos unos pasos acercarse a nosotras.

-Oh miren quien llegó.

-No la molestes, te ruego que te comportes-dijo James, al odioso muchacho que venía junto a él.

Me sentí incómoda de inmediato ante su presencia.

-¿Cris eres tu?-preguntó, mirándome de arriba a abajo. Me sonrojé de inmediato.

-Te ves diferente a lo que recordaba.

-Tu luces igual.

-Adam, muéstrale la casa y su habitación. Nora y yo iremos a nuestra habitación.

Oh no. No me dejen sola con el.

-Solo dime cual es. No tienes que acompañarme.

-Soy un caballero, te mostraré.

-jajaja si claro, Adam.

El se acercó a mi y colocó sus manos al costado de mi cabeza, cuando quise alejarme note que detrás mio había un armario. Estaba inmovilizada.

Me miró unos segundos a los ojos y luego bajó su mirada a mis labios.
Comencé a respirar con dificultad.
Sólo espero que el no lo haya notado.

-Eres ardiente Cris.

No lo soy.
¿Por qué me dice estas cosas?

-Tu eres un idiota, déjame en paz-supliqué, intentando moverme, pero fué en vano. El es mucho más fuerte que yo.
Me detuve un momento a mirarlo.

Nunca había notado que el es mucho más alto que yo. Parezco enana a su lado.
Debe ser porque nunca estuvimos tan cerca.
Su cabello castaño alborotado en combinación con esos enormes ojos azules hacían de el, el chico más sexy y más deseado de toda la escuela.
Además de su increíble cuerpo. Por supuesto.

-Será divertido tenerte aquí. Vamos a tu habitación.

Tomó mi mano y me guió escaleras arriba para encontrar mi cuarto. Cuando llegamos le agradecí y cerré la puerta antes de que el quiera entrar.
Me derrumbe junto a la puerta con mi corazón enloquecido.

Cálmate Cris, vivirás con el.

Fijé mi vista en mi nueva habitación. Era enorme. La cama era de ensueño. De inmediato corrí hacia ella y me puse a saltar. Para luego dejarme caer y sonreír como tonta.

Lo primero que hice fué acomodar mi larga colección de libros en una biblioteca, luego guardé mi ropa en el armario.

Alguien golpeó a mi puerta y me sobresalté. Era Adam.

-¿Qué quieres?

-Sólo quería decirte que mi habitación está junto a la tuya. Por si me necesitas, ya sabes-anunció, recostandose en mi cama.

-¿Puedo tener un poco de privacidad?-supliqué, rodando mis ojos, mostrando mi fastidio.

-¿Te incomoda mi presencia, enana?

-No me digas así. Y no, no me molesta.

-Pues parece que te pongo nerviosa. No te culpo. Yo también reaccionaria así ante un chico tan guapo como yo.

-¿No te cansas de ti mismo? Ve a endurecer tus músculos o a verte en el espejo, galán.

-Eres ruda, eso me gusta.

Me hice un facepalm a mi misma. Este chico es un caso perdido.

-Ya vete Adam.

-¿Eres la novia de Ryan verdad?
Oh. Me había olvidado por completo de mi estúpido ex novio.
¿Por qué tuvo que recordármelo?

-El ya no es mi novio-respondí, notando la decepción en mi voz.

Todavía me sentía dolida por lo que me había hecho. Había estado enamorada de el desde pequeña. Cuando me engañó, mi mundo se vino abajo. Todavía intentaba recuperarme.

-Déjame decir que si te ha lastimado es un completo idiota. El se lo pierde-anunció, mordiendo su labio, luciendo jodidamente sexy.

-No es de tu incumbencia. Ya déjame sola-supliqué.

No quería que el me vea apenada. Mi orgullo y la poca dignidad que me quedaba no me lo permitían.

-Esta bien. Me alegra que no estés con ese idiota. Te veré abajo-dijo,antes de cerrar la puerta y salir de mi habitación.

¿Por qué le importaba? Toda su vida no había hecho más que burlarse de mi junto a su novia y sus tontos amigos.
No dejaría que me afecte.

Iba a disfrutar mi último año de secundaria.

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