Jean suspiro, llevaba media hora sentado junto a Mi Yong en la clase de Literatura pensando en lo que había pasado con Matt en el receso. Estaba seguro de haber escuchado como uno de sus huesos se quebraba en la caída y sabía bien que Matt no haría nada al respecto y seguiría sus actividades diarias, provocando que se agravase la herida.
-Hey, Jean... -susurro Mi Young sin apartar la mirada del profesor.
Jean se giro un poco para mirarla. Mi Young parecía concentrada en lo que decía el maestro, pero en cuanto este se volteo para escribir algo en la pizarra, la chica dejo de mirarlo y centro su atención en su compañero.
-¿Te preocupa el chico de cabello rojo? Fui increíble la forma en la voló por los aires... ¿Crees que este bien? -Mi Young hizo una mueca de dolor, recordando también la caída de Matt y el posterior golpe.
Jean tomo su cuaderno aun cerrado y su bolígrafo, buscando una página en blanco para poder responder a Mi Young.
«Probablemente algo se rompió, creo haber escuchado un hueso roto entremedio de todo el ruido de la gente», escribió Jean, suspirando de nuevo.
-Ya veo... espero que no haga mucho esfuerzo, oí que un hueso roto por dentro puede perforar los órganos vitales... -comento ella, estremeciéndose como si le doliera a ella misma.
Jean la miro aun más preocupado. A pesar de que era demasiado exagerado, también era una posibilidad. Más si Matt no paraba en todo el día. ¿Que tal si el lobo salia a correr? ¿Si se transformaba ahora con la costilla rota? ¿Si provocaba otra pelea y la costilla terminaba por perforarle los pulmones? No importaba como lo pusiera, estaba seguro que Matt haría alguna de esas cosas estúpidas y peligrosas que acostumbraba, como pelear con su madre, por ejemplo, y por muy resistente que fuesen los lobos y por muy buena recuperación que pudiesen tener, un hueso roto tardaba al menos tres días en sanarse completamente y conociendo al pelirrojo ese era tiempo suficiente para hacer una tontería aun más grande que pelearse con Thomas.
-Si te preocupa tanto deberías ir a verlo -murmuro Mi Young, comenzando a copiar en su libreta lo que el maestro había escrito.
«¿Y que debería hacer? ¿Llevarle un peluche que diga "Mejórate pronto"? », Jean inflo las mejillas al mostrarle la nota a Mi Young, quien rió suave, negando con la cabeza.
-En Corea, cuando un amigo esta enfermo, acostumbramos darle vitaminas, jarabes... bueno, en realidad es muy común dar medicinas a las personas, después de todo la salud es muy importante -Mi Young sonrió, provocando que Jean imitase su gesto. La amabilidad que ella mostraba le parecía del todo contagiosa.
Saliendo de la escuela, Jean se despidió de Mi Young, siguiendo su solitario camino hasta la casa de sus padres. Mientras caminaba, recordaba lo que había hablado con Mi Young sobre ir a vivir solo y conseguir un trabajo, por lo que se propuso buscar un trabajo esa misma tarde luego de dejar sus cosas de la escuela, y además se pregunto que cosa podría darle a Matt para que se mejorase. Era obvio que no podía pasar a un farmacia en busca de vitaminas porque estas no harían nada, pero estaba seguro que encontraría algo entre las cosas de su abuela que pudiese ayudarle, por lo que se detuvo en el jardín delantero de la casa donde antes vivía su primo e ingreso con cuidado al edificio hecho de madera oscura, caminando lentamente para no ser descubierto.
Jean subió las escaleras hasta el ático, abriendo cajas llenas de libros, hojas secas y extraños elementos desconocidos para el antes de sentir el aroma de su abuela ingresando en la pequeña habitación superior.
-¿Perdiste algo, querido? -pregunto la abuela Maggie, cruzándose de brazos mientras lo miraba desde la escalera.
Jean se giro a verla, mordiéndose los labios y rascándose la nuca, sin saber que más hacer.
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Lazos Eternos [Terminada]
WerewolfTras lo sucedido hace un año, Jean Canavar, de dieciséis años, se enfrenta a una solitaria vida en el instituto Howl High. A pesar de ser incapaz de hablar, las cosas parecen estar yendo con normalidad excepto por aquel extraño aroma a flores dulces...