Roseville: Esos ojos bicolor

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Tras dormir unas horas en una de las tantas habitaciones que la casona disponía para sus invitados, y después de un buen baño, Mi Young y Jean fueron guiados hasta el amplio comedor, donde un par de personas (un vampiro y una cuervo) se ocupaba de preparar la mesa con muchísima diligencia.
Jean estaba encantado por los olores dentro de la vieja casa. Parecía que esta había guardado y preservado el aroma de todos los que alguna vez habían pasado por allí, así que diferentes y variados perfumes surgían de cada rincón por el que pasaban. Además, el estilo italiano y rustico de la casa le hacía sentirse como si estuviese de vacaciones por la campiña durante un fresco verano, un ambiente mucho más relajado y libre del que esperaba. 
-Ah, Lila, el amo Luca pidió un platillo nuevo para esta noche, ¿podría decirme si esta bien? -pregunto el vampiro, llamando a Lila con la mano e indicando el plato justo a la derecha de la cabezera de la mesa rectangular, al fondo del todo. La grácil asistente se apresuró a tomar una pequeña cucharada de lo que le estaban dando a probar, saboreando cuidadosamente el contenido del plato antes de dar su aprobación, cosa que pareció aliviar al vampiro.
Los dos empleados trabajaban eficientes, colocando los platos con todo tipo de ensaladas y salsas en la mesa antes de traer algunas botellas de vino y otras bebidas que Jean identificó como sangre humana, sangre de yortel y algúnos tipos de licores desconocidos.
De a poco comenzaron a llegar los invitados, el primero de ellos fue el Rey Lotus, seguido de cerca por una mujer hermosa, de brillantes ojos rojos como rubíes y una trenza negra tan larga que cubría toda su espalda.
-¡Mhm! ¡Pequeño Lobo! ¿Ya estas aquí? -saludaba el Rey, que se había cambiado sus vestiduras por una larga polera azul y unos pantalones menos amplios que los anteriores, aunque aún llevaba una cantidad increíble de joyas, Jean no podia haber asegurado que se trataban de las mismas. Incluso su acompañante vestía de manera más simple por decir de alguna forma, ya que se había quitado el manto delgado dorado que usaba como velo y habia cambiado su vestido por una bluza cruzada y un par de pantalones rojos.
-Lotus, deja eso, aun no comenzamos con la cena -le regañó la mujer, ya que el Rey comenzaba a sacar pequeños canapés de las bandejas que cargaban los empleados.
-Esta bien, Nihal, ¿no puedes dejar a tu hermano solo por un momento? Hasta me haces sentir celoso -la figura de Claus D'Rame acababa de atravesar una de las dos entradas laterales de la habitación, apoyándose suavemente contra la pared. La mujer, Nihal, que Jean podía identificar ahora como la hermana del rey, camino hasta él mientras acomodaba su cabello rizado tras la oreja, sonriendo de medio lado.
-¿Acaso quieres mi atención? Y yo pensé que ya tenías suficiente con la señorita gumiho aquí presente -Nihal se cruzó de brazos, girando la cabeza para mirar a Mi Young, que iba en su forma humana más zorro posible, como en aquella ocasión en la habitación de Matt. Claus arrugó el entre cejo, sonriendo con sí no entendiera.
-¿De qué hablas, Nihal? -el vampiro se adelantó en su camino, cruzando la habitación hasta detrás de Nihal, donde su hermano el rey se había sentado, para abrazarlo por los hombros- Yo estaba hablando de mi amado Lotus~ mala mujer que acapara su atención.
Nihal, alzó una ceja y bufo, sentándose junto a su hermano, que correspondía el abrazo de su amigo y lo alimentaba con pequeños bollos de colores. Después de eso, Claus les indico a Jean y Mi Young, que parecía un poco molesta por la precencia de Nihal, que tomase asiento en frente de los otros dos. La mesa era amplia al igual que sus sillas pero no había tantos puestos como podría haber tenido. De hecho, además de los dos puestos en la cabecera, que correspondían a los gemelos, solo se contaban ocho asientos más. Jean y Mi Young fueron colocados justo en medio, del lado derecho de la cabecera.
- ... y luego dijo que tal vez no debería habérmelo dicho -concluía el hombre que ingresaba al comedor, que además ataba su cabello castaño en una cola pequeña a la altura de su nuca, dejando escapar gruesos mechones sobre su frente. Este dio una mirada rapida y un sonrisa al gemelo que se separaba del cuervo, pasando por Jean y luego hacia el juez Light, que le seguía y ahora pasaba directamente a su asiento, del lado de Jean en la cabezera- ¿Padre? No comentaste nada sobre visitas -el hombre de aproximados treinta años, buen mozo y alto se inclino sobre la mesa para estrechar la mano de Jean y besar la mano de Mi Young- Froilán D'Rame, un placer conocerlos.
-Vaya, así que tu eres el pequeño Froilán.. -exclamó Mi Young, claramente atrapada por la belleza de aquel hombre, que reía por aquellas palabras- Yo soy Kang Mi Young, antigua conocida de tu tío, y este joven de aquí, es Jean Canavar, un visitante desde la ciudad de Bencil.
-Bencil... Eso está un poco al norte de las manadas de las constelaciones, ¿no? Escuche de ustedes durante mi estadía en... 
Claus tocio, buscando evitar que siguiera la conversación. Su sobrino miró de inmediato a su padre, que le miraba con aun más seriedad en el rostro de lo que era habitual y Jean podría haber asegurado el sentir un suave aroma fresco, dulce y nostálgico proveniente del vampiro.
-Sera mejor que comamos ya. Maeri, Benedict, pueden comenzar a servir -indicó Claus, llegando a su lugar junto a su hermano, mientras su sobrino se sentaba entre su tío y Nihal.
Lila y los otros dos empleados comenzaron a colocorar los platos llenos de una espeza sopa anaranjada, cuando esta estuvo servida, Jean noto que en el puesto a su izquierda había un plato servido en un lugar vacío, pero antes de que pudiese preguntar a Mi Young al respecto, una joven de largo cabello negro revuelto ingresó a la sala donde todos ya comían, corriendo como si se le fuera la vida en ello. A penas vio a Jean y a Mi Yoing allí sentados, se paro en seco, mirando a los dos en la cabezera antes de repetir casi exactamente lo que Froilan había dicho al entrar.
-Ouh... No sabía que tendriamos visitas -exclamó, retirando unas hojas de entre su espezo cabello- Si me lo hubiesen dicho me habría dado un baño.
-Llegar tarde, sucia, y haciendo preguntas es sobretodo impertinente, inadecuado y extremadamente maleducado por tu parte, Adrienna -le contestó Claus, lanzandole una mirada entre dulce y enojada, difícil de descifrar.
La joven solo sonrió, pasando por detrás de los gemelos para abrazarlos a ambos.
-De ser así, ¿no sería tu responsabilidad? ¿No te jactas siempre de haberme criado a mi y mi a papá, prozzio?
-¡Esta niña! ¡¿Cómo te atreves a poner en duda mis habilidades de crianza?! -la respuesta y el enfado del vampiro que se veía notoriamente indignado no hizo más que provocar las risas por parte de la chica y un poco por parte de Froilán.
-Ay, prozzio... Sabes que es una broma, ¿verdad, abuelo? Hasta el abuelo lo sabe... -Adrienna sonriendo, besó a ambos hombres en la mejilla, antes de pasar a sentarse junto a Jean, a quien saludo con un asentimiento de cabeza, que este correspondió.
El look desaliñado de la muchacha le recordaba gratamente a Vanessa, provocándole cierta sensación de familiaridad y nostalgia.
La cena continuó con ese ambiente agradable, donde el rey hacía preguntas de todo tipo a Jean, que no lograba contestar nada antes de ser interrumpido por algún otro de los comensales, lo que causaba risas a todos los presentes, excepto claro, a Light D'Rame, que parecía estar en su propio mundo.
Cuando el postre llegó, Jean se sorprendió al ver que se trataba de un flan de moras silvestres, menta, flor licantropa y otras especias poco conocidas, un dulce típico de los lyhan del norte.
«¿Comida de licantropos?», le pregunto Jean a su amiga a su derecha, la cual asintió repetidas veces antes de señalar a los gemelos.
-Supongo que al haber tantos lobos por aquí los vampiros comenzaron a consumir más de ella.
-Mm? No es del todo correcto -corrigió Claus con un tono seco, dejando su cuchara sobre su postre a medio comer- Esta es una receta que Light consiguió de Kena, tampoco acostumbramos tener este tipo de cenas tan amenudo, mucho menos por gusto...
El gemelo mayor reaccionó en ese momento dirigiendo la mirada a Jean, ladeando la cabeza.
-Pensé que era lo apropiado, recibir al invitado con algo típico. Además... -Light frunció casi imperceptiblemente las cejas, como un intento de fijar la mirada, más que de expresar alguna emoción, dirigiéndose hacia su hermano- El chico..
-¿El chico? -repitió este, acercándose un poco más a Light.
-Si, se parece a Kena, como tu -su hermano y su nieta bufaron ante sus palabras.
-Abuelo, no porque sus ojos sean del mismo color van a parecerse -dijo ella, tomándole la mano al vampiro.
-Adrienna tiene razón, miralo, como va a.. -Claus se llevó la mano a la barbilla, tapándose la boca- Aunque... Si lo miras bien... Si que se parece...
Jean se rasco la nuca, volviendo a su móvil para escribir.
No se quien es Kena, pero, supongo que debería agradecer el gesto. Este es un postre que mi abuela suele preparar en casa.. En cierto modo, me hace sentir un poco menos.. lejos» -leyó Mi Young.
-¿Y porque estas aquí? No pareces el tipo de persona que deja a los suyos solo para visitar Roseville. Y mucho menos pareces el tipo de amigo que mi tío tendría -interrumpió Adrienna, acomodándose de medio lado para mirar mejor al lobo.
Viene a ver a una amiga.. Una amiga que asesino a mi omega.. su compañero».
El silencio se hizo presente en la habitación, estaba claro que el chico no se sentía cómodo hablando sobre eso, por lo que, Froilan, en un gesto de suma empatia, se levantó de su asiento y llamó la atención de todos, ayudándolo a terminar con el ambiente incómodo.
-Bueno, creo que será mejor que nos retiremos a descansar. Tengo mucho trabajo mañana en la escuela y estoy seguro de que Adri aún no termina sus deberes, así que, cariño... -llamo sonriendo, a lo que su hija, algo sorprendida, le siguió, despidiéndose de todos. Al retirarse por el pasillo aún se les podía escuchar discutir sobre lo que era o no apropiado de preguntar y si tal o cual comportamiento era o no el correcto.
Tras eso, los demás comenzaron también a retirarse. Jean y Mi Young se fueron hasta su habitación, donde la gumiho pudo por fin tomar su forma animal, acurrucandose sobre una de las camas.
-¿Vas a llamar a casa? -le pregunto a Jean, quien salía por el balconsillo del cuarto. Este solo asintió, cerrando la puerta a sus espaldas. Allí, mirando las brillantes luces de colores del cielo techado de la ciudad, marcó el número de Vanessa.
«-¿Hola? ¿Jean? ¿Jean?», cortó. Por supuesto que no podía hablar con ella. Suspiró, profundamente arrepentido por lo que había hecho, se pasó la mano por la frente, aguantando las ganas de llorar. Había tenido un viaje tranquilo, había visto un montón de cosas nuevas, bellas y emocionantes, e incluso, había tenido una maravillosa y poco común cena con algunas de las personas más importantes del mundo mágico, pero, allí está el, sintiendo que se desmoronaba por dentro. El lobo no se sentía completo. Ese día, después de mucho tiempo después del juramento, se sintió roto. Tenia miedo de enfrentarse a Cassandra y deseoso de volver a casa con los suyos, de abrazarlos y jamás volver a separarse de ellos. Extrañaba a su familia, a su abuela, a sus amigos, a Vanessa.
«Lo siento. Solo quería escuchar tu voz», escribió al cabo de unos segundos de contemplación.
«Jean... ¿Has tenido un día difícil?».
«... No... Es solo... Que nunca había estado tan lejos... Vanessa, esta gente, este lugar.. Es mas grande de lo que había imaginado jamás y.. Estoy aquí, viviendo un gran momento conociendo a los héroes de la guerra y.. ni siquiera soy capaz de decir mi propio nombre».
«Jean, tranquilo. Todo está bien. Encontrarás la manera de solucionar esto. Ese es el tipo de persona que eres».
Dos segundos después del mensaje de Vanessa, llegó otro, sin dejarle tiempo de responder.
«Te extraño. Vuelve pronto, te esperamos», fue lo último que ella envió, agregando una foto de sus amigos sentados en el pasto, en un bosque que parecía gritar "primavera" por todos lados. Suspirando, Jean se levantó para meterse a la cama. Decidido a aferrarse a las palabras de su pareja, y esperando reunir el coraje necesario para el día siguiente durante sus horas de sueño.

Lazos Eternos [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora