A Tú Cargo

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Octubre 30, año 07.

— no es necesario que una niña meta las manos por mi — protestó Escorpio al quedar a solas con la chica. Libra no lo veía, solo escuchaba las réplicas del mayor, quien no dejaba de maldecir y quejarse de la actitud de quien en un principio pensaba estar ayudando.

El aqua de la habitación desapareció dejando las paredes en total decolor. Al notar el cambio de ánimo de la chica, el escarlata se marchó, dejando toda la carga de sus palabras en hombros ajenos.

A la chica no le molestaba ser solidaria, ni tampoco le importaba mucho el comportamiento del escarlata hacia ella, pero ¿Qué le había llevado a tomar una decisión sin pensarlo previamente?

<<¿Cómo haré eso?>>

Finalmente se cuestionó lo primero que debió haber llegado a su cabeza antes de entrometerse. Atena le había advertido y ella solo la ignoró por completo.

<< ¿en qué me beneficia esto?>>

<<¿el haria algo asi por mi?>>

El miedo comenzaba a crecer dentro de ella; un temor tan profundo que las paredes claras caían en lo obscuro, y la mariposa dejaba de revolotear cansada de pelear con la densidad del ambiente...

~~~

— ¿qué sucedió con Atena? — cuestiono Géminis al ver pasar a Escorpio por el pasillo hacia la salida

— salió con un verdadero gesto de enojo — agregó la tierna Piscis

Todos parecían preocuparse por algo que nunca les había tomado gran importancia, eso molestaba aun más al protagonista de este lío.

— dime que por fin saldrás de nuestras vidas — el aura de Aries se vestía de "engreído" haciendo enfurecer al escarlata

Antes de contestar la pensó hasta que finalmente entre sonrisas logró mantenerse tranquilo — culpa a tu novia de que esa fantasía no se haya cumplido — después solo continuó su camino a los jardines.

  (***)  

07 noviembre, año 07

La semana transcurrió con cientos de dilemas creados por el escorpión, pero esta vez, Libra siempre terminaba envolviéndose en ellos. Cinco días que ya comenzaban a estresar a la chica con las peleas entre Escorpio con cualquiera que se metiera en su camino.

— me gustaría que cerraras la boca, princesa — cuando los problemas escaseaban, Aries siempre era la primer alternativa del escarlata para poner todo de cabeza

— que coincidencia, a mi también me encantaría que TU cerraras el hocico — respondía a punto de golpes

Escorpio en un movimiento rápido y en desbordante rabia, se abalanzó clavando su puño en la mejilla del mayor, quien por inercia retrocedió sintiendo el punzante dolor. En cuanto vio la oportunidad y por venganza, Aries devolvió el favor, dejando con el golpe, la marca de su anillo en el rostro del provocador. La sangre comenzaba a caer de ambos rostros sin que nadie pudiera detener la pelea, hasta que la aparición de su creador hizo lo imposible.

— me decepcionan — regaño el rey de los dioses a los dos chicos dejando más que claro el dolor que le causa ver a dos de sus creaciones destruirse mutuamente por algo sin importancia como lo es el orgullo de cada uno.

— sentimos no poder hacer nada para evitar el enfrentamiento — habló la mayor de los doce haciendo presencia en el sitio

— ¿Quién comenzó la disputa? — pidió el hombre observando a sus eslabones reunirse frente a él — ¿Geminis? — mencionó al más sincero de los doce

No son solo estrellas (Libra X Escorpio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora