No son solo estrellas (Libra X Escorpio)

Lagunas De Venus

( me ahogo)

<<Odio sentirme presa de lo que me rodea, las celdas y los candados me sofocan.>>

— pero tú... Justo ahora eres libre, nadie te toca, nada te ata — La escuchaba pero no podía abrir lo ojos, no quería hacerlo — jamás te darás cuenta de tu libertad si no miras a tu alrededor... Solo el miedo te apresa —

El aqua se oscureció por la presión y el alto nivel de las aguas que abrazaban a la joven. Desde dentro del manto acuífero las nubes de afuera parecían densas y negras, causaban miedo y una sensación de aislamiento a la chica, que comenzaba a removerse violentamente dejando escapar el escaso aire que tenían sus pulmones y suplantándolo por agua.

En el exterior un grito fue ahogado por el sonido de las olas pero ella podía escucharlo... Hasta el mínimo susurro que salía de aquellos labios en medio de la tormenta, lo podía oír. Esa voz hacía que todo se callase y solo su melódico hablar llenaba los oídos del aqua al punto de dejar de luchar vagamente solo para escuchar mejor.

— ¿a quien buscamos, Escorpio? — esa segunda voz hacia eco y era hipnotizante, aun a la distancia podía escucharse como si murmurara sobre tus tímpanos

— no sé — murmuró

— ¿Cómo puedo ayudarte a buscar entonces? —

(me ahogo)

El cuerpo de la chica se sumergía cada vez más. El agua de su alrededor se vuelve más densa y obscura con cada segundo que pasaba, las voces también dejaban de escucharse cuando sus pies tocaron la suave arena del fondo. Sus pulmones no necesitaban de oxígeno; sus ojos abiertos no eran atacados por los litros y litros de agua; su movilidad era lenta y delicada pero no importaba la fuerza del mar sobre ella, era como volar sin alas y sin realmente despegar los pies del suelo.

Cautelosamente y a paso suave se acercó a un objeto que sobresalía de manera brillosa entre las rocas llenas de musgo. Era una especie de gema de color obscuro y parecido a la viscosa textura de las piedras. Lentamente y como si fuese un espejo, su rostro se reflejó, pero sus ojos eran verdosos, su cabello más corto y obscuro, sus labios se habían vuelto más rojizo sobre una pálida piel.

— ¿a quién buscas? — el susurro perforó sus tímpanos después de minutos de silencio total — piensas saber todo de ella, pero ¿Quién es ella realmente? — una silueta se posó frente, viéndose mutuamente. Sus manos deseaban tocar aquel rostro tan bien parecido pero solo sintió el frío cristal que los separaba. Sabía lo que era eso, ahora realmente lo comprendía.

Aun estando lejos de él, la chica sonrió satisfecha de solo poder verle, sus dudas habían sido zaceadas y su corazón recobró la memoria. Por primera vez en su corta existencia dejó de buscar información.

~~~

Del otro lado del cristal, aparecía una dama. Sus ojos no parecían reconocer ese rostro lleno de marcas y heridas.

— Escorpio... Necesito volver, quiero volver — la chica del otro lado del espejo comenzaba a golpear rogante.

— creo que ahora sabes lo suficiente como para acabar con esto — los labios de Escorpio parecían haberse sellado despues de escuchar aquella voz

— Ofiuco, ya vi lo que necesitaba — susurro la femenina y débil voz de Libra, sonaba agotada.

— un gusto poder ayudarle — ahora su sonrisa era imposible de difuminar — el juego ha finalizado — anunció el mayor desvaneciendo el cristal frente a ambos. Nuevamente podían verse a lo ojos, pero la mirada de la chica, no era la misma, estos carecían de su distinguido color, un verde opaco brillaba ahora en ellos — espero haberte ayudado, pequeña —

Sus ojos se abrieron por completo, estaba sudando en frío y sus manos aún temblaban de desesperación. Solo había sido un mal sueño que ya había finalizado. Intentó ponerse de pie fallando en la acción. Su cuerpo dolía lo suficiente como para inmovilizarlo sobre su cama. Suspiro calmando la ansiedad de su pecho. 

Antes de que se perdiera analizando aquel extraño "sueño" sus oídos se concentraron en los murmullos que comenzaba a resonar por lo pasillo al exterior del cuarto; volvió a intentar ponerse de pie lográndolo débilmente, y a pasos lentos se acercó a la puerta, pero antes de salir, entre el alboroto tres palabras dichas con preocupación llamaron su atención.

— Libra no está —

05 septiembre, año 08

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