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15 de diciembre, año 07

Las visitas a la diosa se había extendido por lo largo del mes, y la cabeza de la librana parecía estar más tranquila en cuanto a sus sueños y los "flashbacks" que llegaban a ella repentinamente. Se volvió costumbre el hecho de llegar ante Layna con más dudas y temas de importancia entre ambas, Libra se había ganado una amiga mas. Pasaban largas tardes juntas y cuando el atardecer caía, el aqua debía volver a su reposo.

Estaban prohibidas las salidas constantes hacia los templos más altos, pero "el fin justifica los medios" creía la chica cada que se escabullía para visitar a las diosas más poderosas del olimpo. Sin embargo su sigilo no era mayor al del profesional escorpión.

— ¿Dónde estabas? — entre la obscuridad de medianoche vibraron esas palabras en un tono de voz inolvidable para los oídos del color aqua.

— fui... Fui por semillas para el jardín trasero —

— ahh asi~... Capricornio ordenó que esta noche todos fueran temprano a sus habitaciones... Mañana hay muuuucho que hacer — canturreo saliendo de la sombra que un árbol le hacía.

— pero tú también estás fuera de tu recamara — sus manos temblaban de nervios y un inevitable color rojizo pintó sus dulces mejillas.

— yo puedo hacerlo cuando quiera, Capricornio solo necesita algo de atenciones para ceder a mis peticiones — esas palabras detuvieron el latir de la chica volviéndose en un coraje injustificable. No le importaba saber que hacia Escorpio en sus intimidades, o por lo menos no quería saberlo de ese modo.

Sus puños oprimían la montaña de emociones que acababa de formar. El sonrojo se desvaneció y sus pasos se volvieron pesados al intentar interiorizar en el edificio.

— detente ahí — ordenó seriamente el engreído chico siendo, por primera vez, ignorado en totalidad por la menor ahogada en sus propios pensamientos — dije que te detuvieras — una fuerte presión se postró sobre el brazo derecho de Libra deteniéndola de golpe y acorralandola contra las blancas paredes externas del templo

En la noche lo único que se lograba escuchar eran los grillo y las hojas de los árboles que chocaban mutuamente con ayuda del soplo de la brisa, esa que traía con ella nubes grises, creando un bello espectáculo de luces a la vez que acarreaban la fresca colonia del escorpión.

— ¿acaso a la dulce niña le molestó saber que le hago a Capricornio y no a ella? — su risa burlesca alimentaba una rabia interna en Libra que permanecía acorralada y no parecía reaccionar a salir del agarre ajeno — ¿te gustaría saber con detalle lo que pasa dentro de su habitación? Ya que normalmente te entrometes en todo lo que hago, esta vez déjame ser yo quien complazca tus dudas —

La lujuria brillaba en los ojos de Escorpio que forcejeando con la menor comenzaba a besar el cuello el Libra. La fuerza aumentaba según su mente se perdía en ese sentimiento, el mismo aroma, la misma voz, la calidez de su piel... Era la misma chica que había conocido años atrás, sin duda... Eran idénticas.

— detente — soltó la chica entre dientes al punto de las lágrimas.

Incluso su voz rota, era ella... La mirada de Escorpio se congelo al ver el opaco azul en las orbes de Libra, en algún punto, había dejado de forcejear y solo se hundía en un pensamiento de miedo y asco.

— no has aprendido tu lección pequeña bestia ponzoñosa — una tercera voz se mezcló con la brisa llegando a los oídos de ambos chicos — deja tranquila a la chica, pervertido — de entre las ramas de un cerezo bajó una serpiente amenazando desde lejos al escorpión que acompañaba al escarlata.

No son solo estrellas (Libra X Escorpio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora