Aquel silencio después de su partida era tan profundo y desolador que bordeaba el limite de la paranoia. Los doce chicos y chicas rodearon al escarlata que, pertenecía atónito y sin ninguna reacción en su rostro, mas que sus orbes carmín dejando caer silenciosas lágrimas.
"¿Así finalizaba esta historia...? "
(...)
Todos se organizaban y planeaban gustosos, para dar honor a su creador en el delicioso banquete las ninfas habían preparado para la reunión de dioses y diosas en el templo. Cada elemento se encargaba de lo suyo, preparación de la fuente, decoración del interior, arreglos florales, entre otros trabajos de los eslabones.
La felicidad de todos era deslumbrante y fatigosa para el escorpión que, observaba la lejanía del estrato desde una gruesa y alta rama en la que, por las tardes, se solía ver al color aqua descansar. Su respiración era lenta y pesada, como si el simple hecho de despertar cada mañana fuese doloroso día tras día.
Un cascabel resonó a la cercanía, pero nula era la atención del escarlata hacia el animal, aún cuando este, amenazante, clavó sus colmillos en su brazo. No tardó mucho en aparecer el encantador de la serpiente de pie en una rama cercana, admirando lo inerte de su menor ante el dolor de la herida.
- Estas peor de lo que podía imaginar - comentó tomando en brazos a la ponzoñosa bestia, que no perdió oportunidad para enrollarse por toda su extremidad - No hay manera de ayudar a quien sufre en silencio - agregó, sin recibir una respuesta
Sus ojos carmín habían perdido hasta la mínima gota de brillo y, su personalidad altanera y guerrillista, se había esfumado al igual que aquel color azulado lo había hecho en la paleta del templo. Las noches eran dolorosas al intentar conciliar el sueño, pero dolía más el saber que, al llegar el día, ella ya no tocaría su puerta tímidamente con la escusa de cambiar su horrible comportamiento, el cual desde un comienzo había sido el responsable de todo.
- Baja ya, Zeus no tardara en llegar y Layna nos ordenó que estuvieras presente para la reunión... - comentó posándose a un costado del menor - Toma esto - el pelinegro extendió sus manos rodeando la muñeca del escarlata que seguía perdido en lo mas lejano que sus ojos y la cúpula le permitían admirar - espero verte más tarde - se despidió el joven dejando solo a Escorpio que, con algo de duda, dirigió su mirada hacia el peso extra en su muñeca notando un par de perforaciones que aun sangraban y una pulsera, el último objeto en el templo que poseía aquel bellísimo color.
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No son solo estrellas (Libra X Escorpio)
FantasyEquilibrada, amorosa y testaruda. belleza natural delicada y divina Fácil de amar pero difícil de olvidar Nadie conoce realmente el corazón de un libra y mucho menos lo complicados que son sus emociones... ni siquiera ella misma las comprende ******...