AQUELLO QUE NO DEBO HACER
BORRADOR CAPITULO 10
LO IRÓNICO DE LA VIDALos humanos somos nuestros deseos, somos lo que deseamos escuchar, quienes deseamos ser, lo que deseamos que nos hagan, lo que deseamos que sientan por nosotros; lo que de tanto desearlo, visualizamos de diferentes formas e incluso vivimos por instantes en la imaginación de la duerme vela o la espera del amanecer... Yo: soy mis deseos; ¿y mi deseo más grande?: el que ahora tengo es no estar solo, no estar desamparado en el mundo, tener alguien a quien abrazarme en medio de mis miedos, de mis sueños rotos y no realizados, de la nada que soy porque nada va cambiar en este mundo si los carbonos que me componen se incineran y me vuelvo cenizas.
Quisiera pensar que para él soy indispensable, que la química que nos une es tan tensa y a la vez tan perfecta como la estructura molecular de un puente de hidrogeno, pero no somos nada, él me ve a mi como un niño, y lo soy en muchas maneras (lo soy porque quiero que me arrope en sus brazos y me haga sentir querido y protegido), pero definitivamente no puedo develárselo. Yo lo veo perfecto, pero él es un hombre: uno inteligente, acostumbrado a jugar y a ganar, me ha ganado y no se ha dado cuanta, seguramente yo pienso eso pero la verdad es que me ha ganado completo, me tiene desahuciado, en la nada de pensar que puedo arrastrarme ante sus deseos, en la nada de contradecir mis designios y hacer el amor con él y él sexo conmigo sin yo tener certeza de la verdad, confiando ciegamente... enamorado.
Me duele tenerle tan cerca y no poder abrazarle, quisiera que sonriera todo el tiempo pero a que costo será para mí, a que costo de mi cordura...
Lo que yo deseo... lo que yo anhelo... lo que ya se ha transformado en una necesidad para mí... lo que quiero, lo que extrañamente para sentirme felizmente atormentado debo hacer... ¡Lo que tengo que hacer!
-Por lo pronto deseo bañarme... Luego, creo que quiero estar solo -dije con desidia.
-¿Es eso lo que realmente quieres Jonathan? -preguntó cauteloso, melancólico, con esos ojasos azules cristalinos excesivamente brillantes; y no pude evadirle, ni mentirle.
-¡No!, no - negué también con la cabeza-. Bésame -rogué.
Me abrazó con ternura, nos besamos explorándonos como si fuera la primera vez, la sabana que cubría mi delgado cuerpo quedó olvidada, yo interné mis manos por dentro de la bata de baño que Iván tenía puesta.
>>Apréciame -pedí con tristeza-, al menos has eso por mí -en medio de esos besos empalagosos-. No sólo por este cuerpo sino por lo que soy -le observé reteniendo su rostro cercano, Iván lloraba pero no me atreví a preguntarle la razón, yo igual de llorón como siempre he sido también estaba llorando-. Cuida de mí, no me maltrates tanto porque... porque sin importar cuan atraído esté por ti si la cosa sigue así vas a terminar de matar cualquier gana que te tenga, y me vas a matar a mí en el proceso, vas a destruir esta persona que estás persiguiendo tanto Iván, y va a desaparecer por completo, la decepción va a hacer que desaparezca...
>>Yo...
-¡Te voy a cuidar! Dime qué hacer, dime cómo hacerlo -yo sonreí y le acaricié premiándole.
>>... Y dime si tengo que hacértelo más suave -bromeó ladino.
-Iván - le di una palmada sin fuerza-: ¿se nota mucho? -pregunté haciendo la obvia referencia a mi cuerpo afectado por el sexo desenfrenado de la noche anterior.
-Apenas lo he notado... No sé si me da pesar verte así de magullado, pero entonces lo recuerdo todo y me voy es babeando de repetirlo -yo reí con él.
-Hoy no estoy muy apto que digamos, si llego así a casa me matan, así que me quedaré un poco más quieto hasta que pueda disimularlo, quisiera sumergirme en agua caliente un rato a ver si me desentumezco un poco.
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AQUELLO QUE NO DEBO HACER
Fiksi UmumHISTORIA COMPLETA. Jonathan es un adolescente pasional, viviendo sus emociones al máximo: en sus palabras, en sus pensamientos, en sus sensaciones, y en sus acciones. Ha amado, ha sido herido, y le han abandonado. Siempre busca el amor, y se pierde...