Capitulo 2.

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Anoche no pude dormir bien, así que no me extraño que estuviera cabeceando y bostezando toda la mañana, afortunadamente hoy era un día tranquilo en el SALON&SPA  MIRA aun así no quería que la señora Smith se diera cuenta de mi desvelo, eso seria una llamada de atención y la verdad no quería ponerla en esa situación.

Era casi el medio día y cada vez se me hacia imposible no cerrar mis parpados pero no debía, no al menos que sea mi hora de descanso. Me levante de mi silla y di un vistazo a mi alrededor, el salón era grande, tenia cuatro estaciones las cuales ocupaban las estilistas y maquillistas, estas se colocaban del lado izquierdo del lugar, a su derecha se encontraban las 3 manicuristas, en el segundo nivel se encontraban los nuevos cuartos de spa, la señora Smith había contratado 3 masajistas para ese puesto, mi lugar aquí era de recepcionista, obviamente me encontraba en la planta baja cerca de la enorme ventana que tenia el nombre del salón. Enfrente de mi se encontraban la sala de espera.

Mi trabajo consiste en recibir llamadas para hacer una cita o bien para cancelarlas, también me encargaba que las chismosas, digo, que las clientas se sintieran cómodas en la sala de espera.

Afortunadamente la señora Smith acepto el consejo de Miranda y compro una cafetera para que las señoras tuvieran con que entretener sus bocas, claro que ellas preferían los mejores chismes del pueblo.

PINEWOOD por lo regular era un pueblo tranquilo, aquí nada sucedía y a pesar que no era un pueblo chico siempre me sorprendía la rapidez con que las noticias llegaban a los oídos de los vecinos, incluso antes que las noticias locales, y todo gracias a las clientas de SALON&SPA MIRA.

―Al parecer alguien no durmió bien anoche―

Me sorprendí tanto por la voz de la señora Smith que me hizo pegar un brinco por donde estaba parada.

―Lo siento ¿te asuste?―la señora Smith era una mujer de mediana edad, su cabello era rubio como el de Miranda y sus ojos eran verdes, su voz siempre reflejo tranquilidad y el toque maternal que me hubiera gustado escuchar en los labios de mi propia madre.

―No, es que estaba un poco distraída es todo―me vio pensativa, asintió y vio alrededor de la misma manera que yo hace unos minutos.

Y es que no le iba a decir que tuve una pesadilla donde vi mi propia muerte, y que no pude pegar un ojo en toda la noche  y lo único que pude dormir fueron que ¿una hora?, eso la haría preocuparse o bien me vería como una loca.

―Sabes el lugar esta tranquilo hoy, al parecer nadie tiene nada interesante que contar―lo dijo de forma sarcástica, ella al igual que yo sabíamos que el salón era mas para chismes que para un simple corte de cabello, pero a diferencia mía ella si escuchaba con atención los mismos.

―Si, pero debe ser mas por el clima―mire por la enorme ventana, era temprano pero las nubes empezaban a ponerse grises.

―Probablemente. Sabes, creo que iré con la señora Santos a platicar un momento. Si alguien viene buscándome me llamas―la señora Santos era quien manejaba la joyería justo enfrente del salón, así que lo único que tenia que hacer la señora Smith era atravesarse la calle si llegara un cliente.

Estuvo apunto de salir pero se quedo parada en la entrada como si estuviera recordando algo, se dio la vuelta y se dirigió de nuevo donde me encontraba.

―Por poco lo olvido, hoy es miércoles ¿no?―asentí―Hoy viene la joven de la tiene LUOCUS, ¿te acuerdas de ella?―y como no hacerlo, la chica era un poco rara, no hablaba con nadie mas que no fuera la señora Smith, y a mi solo me saludaba con un hola o buenas tardes.

―Bueno si viene no es necesario que me llames solo recibe el encargo y dáselo a Stephanie, firma el recibo y dale las gracias, y por favor se amable con ella ¿si?―asentí de nuevo y le mostré una sonrisa con toda la inocencia que aun me quedaba.

SOMBRAS #CarrotAwards2017 (en pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora