SOMBRAS #CarrotAwards2017 (en pausa)

Capitulo 30

—Maldición, sosténla bien.—

—Que crees que hago, hermosa. Pero se sigue moviendo como serpiente—

—Debo entrar, si no lo hago la perderemos.—

—¿Y arriesgarnos a que quedes atrapada?. No señor, mi bolas están en juego. —

—Igual lo estarán si él se entera. Vamos ayudame.—

—¿Es la única forma?—asentí—Esta bien, pero que quede claro que me opuse. —

—Es lo de menos, pasame el frasco con el líquido violeta. —

—Crees que soy pulpo, o la sujeto a ella o te paso el frasco... —

—¡Erick!. —

—Voy, voy. Que carácter.—

Erick logró sostener a Carlota con una mano y pasarme el frasco con la otra. Yo por otro lado empecé a recitar un conjuro para lograr salir de ahí con éxito.

Por las barbas de Merlín. Luego de mí pequeña reunión con Ezekiel regrese a casa y para mi sorpresa la posion de sueño había perdido su efecto en el menor de los príncipes.

Él estuvo apuntó de interrogarme, cuando percibí que Carlota estaba en peligro.

Salvada por la campana.

Pero...

Estábamos perdiendo a Carlota, ella empezó a gritar de dolor y fue cuando sentí el olor a sangre que me di cuenta que era más grave de lo que imaginé.

—Mierda—

—Espero que te hayas alimentado esta noche. —

—Si me alimente, pero hace dos lunas. Hermosa, haz lo que tengas que hacer pero hazlo rápido. —

No tenía que repetirlo. Carlota estaba tan sumergida en su sueño que no había modo que tomara la posion por si sola, así que hice lo primero que se me vino a la mente.

Tomé la posion y la metí en mi boca para luego tomar a Carlota y obligarla a tomar de ella.

—Woow, eso es sexy.—

—Pase lo pase, no rompas el vínculo. —

—¿cuál... —

No escuche nada mas, en un abrir y cerrar de ojos me encontraba en un lugar lúgubre.

Era como un salon de baile, todo estaba cubierto de neblina y en silencio. Pensé que estaba sola, pero luego sentí como si me estuvieran observado.

Pensé en ir a explorar el lugar, así como daba miedo me daba curiosidad. Pero el grito de Carlota me recordaron cual era mi prioridad.

Sin saber a dónde me dirigía o sin pensar a quién o qué me encontraría en el camino, vine a salvarla y no me iría de este lugar sin ella.

Corrí todo lo que pude, pero era como andar en un laberinto, no había salida y lo peor eran los gritos de Carlota, eran desgarradores. Sabía que estaba sufriendo y eso hizo que me hirviera la sangre.

No podía hacer nada aquí, que diablos podía hacer, no sabía dónde estaba o en contra de quienes, no sabía que encantamiento era el adecuado para encontrarla o luchar.

—Ayuda, por favor, alguien ayúdenme. ¡Ahhh! . —

Me detuve, su grito se escuchaba cerca, pero este lugar no me dejaba continuar. No importaba hacia dónde iba, era un callejón sin salida.

—Maldición. —

No era buena idea, pero la única que se me ocurría en ese momento.

Coloque mi mano en mi gargantilla y saque mi báculo. Con el use el encantamiento que Lucious me probihibio usar.