capítulo 28

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Sere honesta, disfrute el viaje, sentir la brisa aunque fuera fría se sintió bien, me relajó y me hizo sentir como nueva.

Pero como todo lo bueno tiene que acabar, Patrick se estaciono enfrente de mi casa. Me ayudó a bajar de la motocicleta, me saqué el casco y se lo entregue.

En el momento en que se quitó el casco le pregunte.

-¿Donde esta Miranda?.-

-Tu sabes donde-

-Si lo supiera no estaría preguntando, no crees.-se rió bajito, y se bajó de su moto.

-Preciosa, ella está bien, mejor que nunca, si me lo preguntas.-

Paso por mi lado, se dirigía a la puerta de mi casa, y yo detrás de él. Patrick caminaba como si el fuera el rey del mundo, bueno príncipe en este caso.

No importa donde o como lo vieras, el caminaba con una seguridad y elegancia, pero a la vez dejaba a su paso un aura que daba miedo, aunque uno viera una sonrisa, sus ojos expresaban lo opuesto.

-Mira preciosa, no te preocupes ella esta bien, segura y cuando este lista, tu serás la primera persona en verla.-

-No me mientas, tu y yo sabemos que no la veré de nuevo.-aunque no grite mi tono era poco agradable.

Quise gritarle por supuesto, pero vamos, era casi media noche los vecinos posiblemente estaban dormidos, y aquellos que no, bueno, digamos que no quería que se asomaran por la ventana y sacaran conclusiones apresuradas y le fueran con el chisme a mis padres.

-No te miento. Ella esta bien.-

-Vi su cuerpo, tuve la desgracia de entrar a la morgue a identificarlo. Asi que deja de mentir y dime la verdad.-esta vez me le puse enfrente, quería ver sus hermosos ojos azules cuando lo hiciera.

Lo escuche maldecir, o eso creía, lo dijo en otro idioma, pero supuse que lo era, ya que vi como se paso la mano por su cabello alborotandolo un poco.

-No se suponía que lo hicieras.-

-¡O sea que si sabes algo!.-me hizo señas, para bajar la voz, pero no le hice caso-¡A caso sabes lo duro que fue ver a mi mejor amiga en una cama de metal, observandola, esperando a que abriera los ojos.-

-No hagas un drama quieres.-

¿Que dijo que?.

-Eres un imbécil.,-quería decir algo mas pero no pude.

No se como, pero mi espalda se encontró con la puerta de mi casa, si bien estaba cerca, aun faltaba para llegar a ella.

Patrick me sujetó con fuerza, sentí la presion de sus dedos en mis mejillas. No pude ocultar el dolor o la sorpresa de su cambió.

Si bien sabía de lo que era capaz, jamás vi ese comportamiento, no conmigo. Sus ojos habían dejado el magnífico azul para darle un paso a unos ojos rojos como la sangre.

-No te equivoques Carlota, me caes bien, muy bien de hecho.-vi un brillo en sus ojos, uno que me hizo sentir la piel de gallina.-Pero eso no quiere decir que puedas insultarme. ¿Sabes que ha pasado con aquellos que se atrevieron hacerlo.-

No pude pasar por alto el ha pasado. Ya con eso dijo todo, no viven para contarlo. Me asusté, claro que si. Después de todo él era un vampiro

Y por lo que se ha dicho, no solo en libros, también en historietas o mangas, los vampiros eran asesinos sanguinarios y de sangre fría.

Y él no era la excepción, por mucho que me agradara, lo sabía.

SOMBRAS #CarrotAwards2017 (en pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora