Capítulo 10.

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L

–No estoy totalmente segura, pero sé que hay dos personas con una libreta aquí. Además la razón que tengo es... –Antes de que pudiera decir una palabra más la besé. Yo ya sabía del segundo Kira solo estaba esperando a que lo descubriera, igual si hubiera regresado para ver la transmisión se lo hubiera dicho–. L-L... ¿Por qué me...?

–Ya sabía del segundo Kira.

– ¡¿Eh?! ¡¿Entonces por qué no me dijiste?!

–Porque sabes que me gusta hacerte trabajar –Le recordé y ella me miro con una expresión un poco enojada–. ¿Lo dices porque los criminales de la primera cinta son poco peligrosos, porque mató a Ukita y a los oficiales en la estación y porque sólo lo que faltaba para confirmarlo era el hecho de que son dos dioses los que se encuentran aquí?

–Tenía que predecir la muerte de un criminal que antes no pudiera ser asesinado por el primer Kira –Continuó mi teoría–. Por eso los criminales no eran peligrosos, además que matara a inocentes, el primer Kira no es así.

–Me vas a hacer besarte de nuevo –Dije pegando su frente con la mía y ella se sonrojó.

–L-L...

– ¿Por eso regresaste? ¿Querías respuestas?

–S-Si... –Me vuelve loco que sus mejillas alcancen el nivel de rojo exacto que me encanta– Lo siento –Susurró.

– ¿Por qué?

–Te preocupe mucho, ¿verdad?

–No... –Mentí tratando de no hacerla sentir culpable, sin embargo, no sirvió– Si... –Admití.

–Lo siento... –Repitió con la cabeza baja.

–Te dije que ya no importa –La abracé y pude notar que se sonrojó más–. Deja de hacer eso.

– ¿Q-Que cosa? –Tartamudeó y yo pinché su mejilla con mi dedo índice, señalando su sonrojo.

–Eso –Dije sin apartar mi dedo y ella volteó dejando mi dedo en su nariz, a lo que ella se quedó mirando su nariz, logrando hacer el gesto más adorable que he visto en mi vida– Jane...

Me abalancé sobre ella y volví a besarla, devorando sus labios.

– ¿Se te olvida que soy débil a tu ternura? –Me quedé observándola unos momentos– ¿Quieres ir a dormir?

–S-Si... –Me le aparté de encima, ella se levantó y fuimos al cuarto. Ambos nos acostamos mirándonos el uno al otro–. Cómo...

– ¿Cómo? –Repetí, confundido y ella me abrazó.

–L... ¿Recuerdas cuando me enamoré de ti? –Me quedé pensativo un momento, ella rió suavemente–. No me sorprende que no lo recuerdes... Sólo tuve el valor para contártelo una vez y después nunca más lo volví a hacer

–Pero si recuerdo lo mucho que te insistí –Enfaticé el único recuerdo que me llegó a la mente–, sigues siendo tímida para esas cosas –Sonreí– Jane...

– ¿Si?

– ¿Me lo contarías otra vez?

– ¿Hablas de...?

–De... ¿Cómo te enamoraste de éste desastre?... –Dicho eso, Jane comenzó a reír mucho.

– ¡Con una condición! –Dijo entre risas– Si tú prometes... –Dejó de reír, suspiró y sonrió levemente– Que me dirás como te enamoraste... Hum, de... –Jane miraba hacia un lado y se mordía los labios, buscando la palabra correcta para describirse a sí misma.

Mi Diosa De La Muerte [L Lawliet]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora